domingo, 9 de noviembre de 2025

EL PRIMER AMOR EN LA BARCA DE LA MUERTE

 Foto: J.X.

La candidez

del primer amor

no suele ser

inofensiva.

A ella y a él,

la ilusión inexperta

del primer amor

los destruyó.

Ella mal sobrevivió

casándose muy pronto

con un hombre torturador.

Él, por su parte,

mal sobrevivió

a un intento de suicidio.

Mucho tiempo después,

ella, ya separada del torturador,

se precipitaba de nuevo

en el dolor de la violencia,

de un hombre a otro,

buscando en vano

restos de aquel primer amor.

Él, pese a toda destrucción,

tuvo la buena suerte gitana

de encontrarse

con una encarnación del amor

que peregrinaba de París a Grecia.

De todos modos,

tal encarnación natural,

no le fue revelada por completo

sino años después,

en tiempo de pobreza y malentendidos,

luego de recaídas constantes

en la barca averiada de la muerte.

Sin embargo, en este caso,

y no es paradoja,

el azar del juego peligroso

apostó a favor del amor.





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