domingo, 24 de junio de 2012

NOCHES DE VERBENA

Esta noche de verbena, palestinos e israelíes, sirios y turcos también han tirado cohetes y misiles, lee la sobrina de la peluquera en un fanzine satírico del barrio.
Hay periodistas que matizan y dicen que los palestinos tiran cohetes y los israelíes bombardean lanzando misiles, dice la dueña del bar.
Pero, ¿qué diferencia hay entre unos y otros?, pregunta el lampista del barrio.
Le daré las definiciones del diccionario de la RAE, responde el politólogo del barrio, que éstas me las sé de memoria:
Misil: (del lat. missĭlis, arrojadizo), proyectil autopropulsado, guiado electrónicamente.
Cohete: (del cat. coet). Primera acepción o definición: Fuego de artificio que consta de un canuto resistente cargado de pólvora y adherido al extremo de una varilla ligera. Encendida la mecha que va en la parte inferior del canuto, la reacción que producen los gases expulsados le imprime un rápido movimiento hacia la altura donde estalla con fuerte estampido (por ejemplo, los que usamos en las verbenas de san Juan, añade el politólogo).
Y segunda definición de "cohete": Artefacto que se mueve en el espacio por propulsión a chorro y que se puede emplear como arma de guerra o como instrumento de investigación científica.
Ya, y mientras nosotros bebemos y bailamos en nuestras verbenas españolas y catalanas, dice la nieta del anarquista, lanzando fuegos de artificio, otros arrojan cohetes y misiles de verdad, ¿cohetes, misiles?, por favor, no seamos idiotas, el objetivo es el mismo: matar al otro.
Es como en poesía, comenta el poeta romántico del barrio, unos lanzan sonetos, otros arrojan poemas en prosa y los de más allá tiran haikús, pero el objetivo es el mismo: conmover al lector.
Cuando hay lectores!, querido poeta, que en tiempos de paz o de guerra pocos son los que leen poesía!, exclama el humorista del barrio.
Son ustedes unos frívolos y los poemas no matan, comenta la sobrina de la peluquera.
Depende, depende, hay poemas malos y largos capaces de matar de aburrimiento, replica el poeta romántico.
A diferencia de los suyos, que por lo menos son breves!, exclama el humorista del barrio.
Basta de discusiones, y ahí va otra cerveza, invita la casa, que hoy es san Juan, mi santo, dice el marido de la dueña del bar.

El suplente del cronista

1 comentario:

Francesc Cornadó dijo...

En los países árabes ya llevan muchos años celebrando una verbena, se tiran piedras por la cabeza, cohetes y misiles, unos esgrimen un libro sagrado contra otros, estos se lo miran de perfil, los de más allá se lo miran de canto y resulta que ese libro está escrito en verso.
Salud