"Anunciamos que esta noche celebraremos una fiesta con baile o verbena para celebrar la muerte de Gadafi (pese a las noticias aún confusas sobre la captura y muerte del dictador). Habrá bocadillos, refrescos y música.
Los disc-jockeys de la fiesta serán los mismos, experimentados profesionales, que en otras fiestas y verbenas animaron el baile de Gadafi y su séquito de amazonas, cuando eran recibidos, alojados y celebrados por las fuerzas vivas de todo el mundo, con intereses petrolíferos y de otro tipo en la zona de Libia.
En dicha fiesta se hará un minuto de silencio, entre baile y baile, para recordar a todos los muertos civiles de los campos y ciudades. Y posteriormente serán convocados los candidatos a nuevos dictadores del petróleo, con una legislatura provisional, pero cuyo poder podrá tener una duración aproximada de varias décadas (como las anteriores) si las fuerzas vivas del mundo, siempre pensando en el bien común de la tierra, lo consideran necesario y forzoso para el buen fluir de la corriente pretrolífera, que a todos nos beneficia (a unos más que a otros, pero estamos en plena fiesta y no es ahora el momento de entrar en pequeñeces distributivas)."
Hay bastantes vecinos que lógicamente se apuntan a la fiesta. Pero también hay otros vecinos, más desconfiados, que opinan que esta fiesta no es del todo oportuna y que es demasiado pronto aún para echar las campanas al vuelo, sobre todo cuando la lluvia que amenaza es de petróleo.
El suplente del cronista
2 comentarios:
Las palabras del suplente del cronista son sabias, como suelen serlo también los refranes árabes.
Las guerras, desde hace mucho tiempo, sólo se hacen en los países tercermundistas, con armamento de las grandes potencias y muertos de aquellos países, en su gran mayoría. Es decir, las armas y las declaraciones las ponemos nosotros, y ellos ponen los muertos y el petróleo a disposición nuestra.
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