Caminando de una calle a otra, escuchando anécdotas familiares en las tiendas y oficinas, observando casos reales de la vida cotidiana, Ana María Moix día a día ha ido escribiendo su Manifiesto personal (Ediciones B). Libro cuya edición no fue posible en su día y se pospuso hasta hoy:
"Cuando ¡Indignaos! se editó en España, con la editorial decidimos retrasar mi libro. Las casualidades existen: ya me pasó algo similar con Vals Negro, que coincidió con una biografía de Ángeles Caso", declara la autora en una entrevista de Matías Néspolo en el diario "El Mundo" (15.09.2011).
"Un manifiesto personal", un alegato contra los abusos de los poderes económicos y políticos, una reclamación de derechos olvidados, una visión crítica sobre la crisis y los recortes anunciados del estado de bienestar, que pueden llegar a ser espeluznantes y devolvernos al pasado, cuando todo faltaba o era escaso, insuficiente, miserable.
O espeluznante ya en las calles y casas de ahora mismo, o en las colas para pedir alimentos en algunas parroquias de barrio, o en los supermercados cuando las empleadas, por la noche, arrojan a la calle todo el material caducado o podrido, el cual será recogido más tarde por los nuevos pobres y vagabundos.
Y también una pregunta a la izquierda, una reivindicación de los valores de justicia social que predominaron en otros tiempos y que luego se adormecieron en una siesta demasiado larga y profunda. Hasta quizá despertar hoy otra vez.
Tanta insaciabilidad del mercado, tanta violencia económica, son las nuevas formas declaradas de guerra para acabar con este o aquel país. "Hoy la violencia está en otro lado. No hace falta bombardear un país, con un informe de una agencia de calificación o un artículo del Financial Times basta para hundirlo", nos dice la autora, Ana María Moix, en la misma entrevista citada.
En suma: un manifiesto personal y solidario, un manifiesto auténtico, como se decía antes, cuando la autenticidad también era un valor respetado en la sociedad.
El suplente del cronista
4 comentarios:
Las palabras, unidas, nunca serán vencidas.
Nos están preparando un "viaje al fondo de la noche". Urge el despertar de los individuos y las palabras.
Todos a una y cada uno con su manifiesto personal.
Uno para todos y todos para uno.
He escuchado esta mañana la entrevista a la autora en Radio Nacional. Mañana compro el libro y empiezo a leerlo en la caja de la librería.
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