SALÓ DEL CÒMIC: LA AVENTURA CONTINÚA

Laura P. Vernetti, El balcón (cómic basado en América, de Franz Kafka)

Después de los poetas y los futbolistas, aparecen en escena los dibujantes y guionistas de cómic, los formidables tebeos de antes, de ahora y de mañana. Las viñetas de siempre, cuya acción, cuya secuencia de aventuras se adapta al ritmo de tu mirada, al movimiento de tus manos. Aunque la secuencia narrativa del cómic, del tebeo, sea trepidante, puedes detener la visión, no pasar la página, y adaptar el ritmo de la lectura a tu mirada lectora, a tu necesidad mística de aventuras interminables. Sus héroes o antihéroes están a tu lado, no se van a otra secuencia, no desaparecen como en el cine, sino que permanecen a tu lado, estáticos entre tus manos, mirándote, hasta que decidas pasar la página y continuar con su destino, con su aventura, que es también la tuya. Cuando ellos desaparecen, desaparecéis juntos.

Recorreréis planetas, ciudades y selvas, saltando de un espacio a otro, seréis heridos a traición en el barco, golpeados en el callejón sin salida, tendréis un amigo en el puerto, tendréis una novia que trabaja en el bar, caeréis en una trampa a medianoche, una cuchillada o un disparo por la espalda cuando ya no había nadie en los balcones, y juntos habréis vivido y muerto muchas veces hasta la palabra "Fin".

O bien, continuará la aventura, la vida, y os volveréis a encontrar en el bar del callejón el Inspector Dan, Red Dixon, el Puma, el Jabato y tú, en una cita secreta.

Todo es cuestión de "continuar". Continuará hipnotizándonos la ficción del movimiento, el olor de los abismos de fantasía, la luz de las calles, los pliegues de los vestidos ensangrentados, el blanco y negro o el color de los cuerpos virtuales. En suma, la ficción de la llamada "historieta", que siempre continuará a nuestro lado.

Esto es el cómic, el tebeo.

El cronista del barrio