sábado, 13 de febrero de 2021

VISITA FAMILIAR

 Foto: J.X.

Hoy el desconocido del bar me ha seguido hasta el cementerio (el bar está en realidad en una calle frente al cementerio marino). He disimulado, como si no le hubiera visto, y en todo momento hemos mantenido la distancia que nos separaba.

Luego, como ya viene siendo habitual, nos hemos encontrado en el bar. Yo he sido el primero en llegar. Cuando él ha entrado, nos hemos saludado como si la persecución no se hubiera producido.  

Al pedir una segunda cerveza, me dice que quiere adivinar mi paseo de esta mañana y hacerme un informe breve del mismo. Aparentando ignorancia, le respondo que no creo que lo adivine, pero le animo a formularlo. Y cuenta:

“Primero, visita a la novia muerta, y le deja dos rosas blancas en el florero metálico de su estancia.

Después, visita a los padres de la novia muerta. Como su estancia está muy alta y no la alcanza (las escaleras de hierro del cementerio, móviles, son muy pesadas y él no las puede trasladar), no les deja ninguna flor.

También hace una visita a sus propios padres -los padres del novio viudo. Pero como también ellos descansan en la parte de arriba, no llega hasta allí y tampoco les puede dejar ninguna flor.

Como una visita familiar", resume, sonriendo, el desconocido del bar.

No sabía si ofenderme o no por la opinión de su resumen final (resumido el itinerario como "visita familiar", titulada así, tiene algo tragicómico). Pero, no. Decidí no darle mayor importancia, y, por otra parte, no dejaba de tener razón: aquella mañana había hecho lo que podríamos llamar una visita familiar póstuma.

Y prefiero decirle que lo que más me ha sorprendido, no es que haya adivinado mi recorrido -o que me haya seguido, creyendo que yo no me daba cuenta, pero esto no se lo he dicho-, sino que se haya referido a mí, todo el tiempo, en tercera persona.


2 comentarios:

una lectora corrent dijo...


Una visita familiar que no puede acabar mal como otras reuniones familiares. Todos los visitados aceptan la intención e ideas del visitador.

AT dijo...

Comentari de Lluís Nadal.

Ahir, llegint a la Mª Zambrano (me tornat un incondicional alumne seu) vaig trobar un fragment on, canviant les paraules "filósofo" i "ser" per "poeta" i "poema", em van fer pensar en el tu d'avui, d'ara, i seria això:

El poeta ha ido en busca del poema. Y al ir en busca del poema lo iba cobrando, mas en modo diferente, inédito, nuevo, originario. De manera que el poema se arraigara en él, que su vida se conformara por él, que su vida se fuera llenando de poema, confundiéndose con él y borrándose como vida, oscureciéndose a medida que la luz del poema le ganaba.

Potser sigui això el que ens quedi per fer: disipar-nos en una paraula o en una imatge...