LOS DE ABAJO

-La gente nunca piensa en los de abajo. Nunca pensamos en quién vive más abajo o debajo nuestro, dice la dueña del bar.
-Esto ocurre en todos los ámbitos de la vida cotidiana, interviene la sobrina de la peluquera del barrio. 
-Incluso sucede en las viviendas, advierte el poeta romántico. En los pisos, donde el vecino de abajo es quien  recibe las humedades de los de arriba y los ruidos que no te dejan escribir.
-Ni dormir, añade la nieta del anarquista. Aunque también los del ático y sobreático padecen las calamidades del tiempo, rayos y truenos, humedades, robos y todo lo que ustedes quieran.
-O sea, que siempre hay alguien que está debajo de otros en estas colmenas en las que vivimos, dice la dueña del bar.
-Exacto, querida!, responde el humorista del barrio.
-Una cosa es la teoría (todos somos solidarios) y otra la práctica, comenta la nieta del anarquista. La praxis se hace en los campos de trabajo, como decían los stalinistas que explotaban a los trabajadores después de haber sido explotados por los capitalistas.
-Si no puedes maltratar a nadie más, maltrata al vecino de abajo!, podría ser el programa del circo político en que vivimos, y donde no hay un maldito trabajo ni de payaso!, exclama el humorista del barrio.