SEGUNDO FOLLETO DE PROPAGANDA ENCONTRADO EN LA CALLE //
¿Palabras que no se ven? -pregunta uno.
Palabras que no se dicen -responde el otro.
¿Faltan palabras o sobran palabras, tal como está el mundo?
¿Falta lo que no se dice y sobra lo que se ha dicho? Es lo mismo que decir que falta la palabra que no se dice y sobran las palabras que se dicen, que se han dicho.
Y si en lo que se dice sobran las palabras, ¿habrá que sospechar que no se dice la palabra, la única palabra necesaria que falta entre las palabras que se dicen y sobran?
La palabra ausente, la palabra que no se dice, ¿cuál es la palabra ausente, la palabra que tal vez no sobraría si fuera pronunciada, dicha?
¿Cada uno tiene una palabra ausente en la vida, una palabra que no puede ser dicha entre las otras palabras?
En política y en otros asuntos, prevalece a menudo la palabra ausente, la palabra no dicha, la palabra que no se ve:
la palabra que no se dice.
¿Palabras que no se dicen? -pregunta uno.
Palabras que no se ven -contesta el otro.
¿Política o poesía? -pregunta un tercero, con ganas de incordiar entre las palabras que se han dicho.
Fotografías: Samuel Beckett y Buster Keaton
La sobrina del becario del suplente del cronista
9 comentarios:
En política se dicen muchas palabras, para contar poco. En poesía se cuenta mucho con pocas palabras.
Especialista en demagogia y charlatanería política
A veces, demasiadas palabras para nada. A veces, pocas palabras para nada, también. Siempre nos quedará el silencio, que es el origen del sonido.
"Palabra en el tiempo". Esta palabra, encarnada en el tiempo, en su tiempo, es la que más cuesta de decir. Es más fácil, menos comprometido, decir y escribir palabras de otro tiempo para otro tiempo.
Ser en el tiempo, palabra en el tiempo, escribir lo que no se puede decir, tres conceptos fundamentales (Heidegger, Antonio Machado, María Zambrano).
El título del libro de Heidegger es "Ser y tiempo". Respecto al "compromiso", Jean-Paul Sartre ya nos dio la paliza con ese concepto, mientras viajaba a la Unión Soviética, a Cuba y a China, sin ver nada pese al compromiso.
Es verdad que Sartre "veía" mal, y no sólo porque tenía un ojo mal y bizqueaba. Pero al fin despertó, y no olvidemos sus grandes libros: "La náusea", "Las palabras", "Baudelaire", "Flaubert, el idiota de la familia", el descomunal "San Genet", etc.
Cervantes, el Tristram Shandy, Lewis Carroll, Alfred Jarry, Joyce, Kafka, Beckett, Ionesco, Buster Keaton, los hermanos Marx.
A veces el silencio (las no palabras) dice mucho, sobretodo si se han dicho palabras que ofenden al silencioso.
Palabras, no palabras, muchas, pocas palabras...que más da si no podemos olvidar y las palabras, esas que querríamos decir, permanecen en el alma y nos llega el silencio de palabras por respuesta.
l b rt d!!!
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