miércoles, 26 de junio de 2024

LA DUDA

Foto: J.X.

Desnutrido de cuerpo y alma, daría de comer a los cerdos tirando su propio corazón a la pocilga. Con palabras calcinadas al fondo de la olla, a modo de condimento, justo debajo del corazón arrancado. ¿Dónde estaría mejor su corazón que en el cubo de hojalata de una pocilga, después de hervirlo en un caldero con remolachas, trozos de calabaza y patatas grilladas*? Todo ya bien hervido, bajarían el cubo a la pocilga y darían de comer a los pobres cerdos que ignoran el mal. Esto se preguntaba, mientras entraba otra vez a la tienda de cuchillería, dudando, y pedía a una dependienta el precio de una navaja que había en el escaparate. La hoja parecía resistente y afilada para extraerse el corazón y cortarlo a pedazos como despojos para la olla.

De pronto: aparece una flor en el cubo de los despojos hervidos. ¿Acaso es una señal, un indicio?, ¿una flor dejada por ella -la ausente- para limpiar y rescatar del cubo al corazón podrido?

Si es ella -la ausente- quien dice tu nombre, tal vez toda la belleza, todo el amor del mundo cubrirá el cubo de los despojos, y la insistencia de la flor liberará tu corazón.

Perdidos en la ciudad, perdidos en el bosque, desvalidos.



*Grillarse. (De grillo.) Dicho del trigo, de un tubérculo o de algo similar: entallecer.

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sábado, 22 de junio de 2024

LA CITA DEL RAMO MARCHITO

Foto: J.X.

Ansiedad por la próxima cita... Siempre llego demasiado pronto... Esperar, arriba y abajo, esperar... Encontrarnos de nuevo, mirarnos, volver a hablar, pasear de la mano... Transcurre el tiempo... Esperar en vano... Ya no vendrá... Será otro día... Esperar otra vez, esperar el reencuentro... Ansiedad por la próxima cita... Aunque, según todos los indicios, se trata de una cita casi imposible... O tal vez, ¿la cita no será aquí, en esta calle, sino en otro sitio, más secreto, más oculto?... Pero, ¿en qué lugar?... Me voy, con el ramo marchito a otra parte... Buscaré el lugar exacto de la cita, caminaré por los bordes del abismo, con el ramo marchito como guía, iluminándome...

                                         



domingo, 9 de junio de 2024

EL GRAFITI, EL ÁRBOL Y LA BODA

Foto: J.X.



Versos inesperados, grafiteados en el suelo con pigmentos de sangre:


El espíritu muda de piel,

deja atrás mi cuerpo,

y se aloja en ella, en el vacío

de la novia muerta.

Atreverse a morir de amor en este lugar,

cuyos santones persiguen a la enamorada

y al enamorado que mueren de amor (...)


Mientras leo los versos, me interrumpe la proclama de un vagabundo, subido a un árbol de la calle:

“Quienes se desviven y mueren de amor, no pueden congeniar con los vivos que no se desviven ni se acercan para cultivar flores alrededor del abismo, por donde se precipitan día tras día aquellas parejas de enamorados que no pueden agarrarse a nada.”


El vagabundo calla. Entonces, acabo de leer los versos:


Pero el amor, hecho prisionero, apaleado y muerto,

se levanta y cruza los límites

de las tierras ensangrentadas,

y permanece más allá del árbol y del abismo,

donde se confía en quien muere de amor.


En el Callejón de las Almas Perdidas, hay solitarios y parejas de enamorados malheridos, cojos, mancos, ciegos, tullidos por amor (a semejanza de aquellos tullidos y tatuados de postguerra, con bañador negro, extrañamente ajustado, que llenaban la “playa libre” de la Barceloneta, la playa pública, gratuita, con trampas en la arena, latas oxidadas, vidrios rotos que te cortaban, que te pinchaban los pies, riesgo que no se daba tanto en las playas privadas, de pago, acotadas al lado mismo de la “playa libre”)..., tullidos por amor que hacen cola para reclamar las sobras del segundo plato de un banquete nupcial: una sopa de serpiente y rana servida en un cuenco plateado. Más que nada, hacen cola y lo reclaman por distraerse de la muerte. Hay tres platos más en el menú del banquete, cuyas sobras no viene a cuento reivindicar.

Lo curioso, sin embargo, es que no reclaman siquiera un pétalo  del ramo de novia, ni les apetece llevarse uno de esos trozos de pastel de boda olvidados en el desorden de la mesa.

Me escabullo del banquete y salgo a la calle, a tientas, cojeando..., una duda de nata pisoteada en la suela del zapato. Escalofríos en la calle, escalofríos en la playa. Añádele unas agujas de pino, un oleaje de piedrecitas de colores, vidrios de botellas rotas, pulimentados, acristalados por el mar. Guárdalo en el bolsillo, estíralo, vuelve a guardarlo, no cortes el hilo.


sábado, 8 de junio de 2024

ESTAMPA DEL MALVIVIR Y SUS LEJANÍAS

Foto: J.X. 

Por muy lejos que estuvieran el uno del otro, cualquier día el azar volvía a juntarlos al doblar una esquina, o en el recodo de algún camino poco transitado, o en la misma vieja casa donde ambos habían vivido. Y donde seguirían viviendo, pese a las dificultades y trampas del malvivir que los atrapaba y los empujaba contra los muros.

Siempre fue así, cayendo y levantándose, excepto en el que sería el último encuentro: aquel último día en que ella abrió tanto los ojos, que él no supo qué miraba. Restos de ternura había en las puntas de los dedos que cerraron la muerte fija en los ojos.


viernes, 7 de junio de 2024

PERRO ABANDONADO

Foto: J.X.

Impertérrito, permanecía solo en medio de aquel amor, con sentimientos desparramados en papeles y bolsillos. A semejanza de un perro perdido, al principio querido, pero luego abandonado en un lugar cualquiera de perdición, en mitad del camino.

“La bella flor con la que naciste, se ha ido deshojando”, le advirtió un poeta que estaba orinando en la curva más peligrosa del camino.

La culpable de tal desamor era la celosa muerte, que había arrebatado el corazón de quien lo amaba, de quien amaba a ese perro.

Animal abandonado en mitad del camino, en medio del amor, olisqueando cuál es el mejor refugio en un lugar de perdición. O el peor, y así alejarse y desaparecer cuanto antes de la vista de este mundo.


martes, 4 de junio de 2024

UNA SOLA FLOR

Foto: J.X.

No hay quien los salve. Caen, heridos de muerte, los enamorados y los desenamorados. Todas las calles, todos los bosques, todos los ríos, arden y acumulan ceniza sobre la ceniza de los enamorados y desenamorados muertos. En la infinita devastación, queda una flor, una sola flor para ti.

sábado, 25 de mayo de 2024

GRAFITI DE LAS ÚLTIMAS PALABRAS

 Dibujo: Roc Espinet


Dos espectros grafiteros escriben en las paredes del Callejón de las Almas Perdidas, una y otra vez grafitean.

--M'hauria agradat fer-te més llum, donar-te més flors, deixa'm morir per tu. / Me habría gustado darte más luz, ofrecerte más flores, déjame morir por ti.

--Ja has fet prou. Abraça'm, encara que tingui el cos maleït per la mort, abraça'm i no diguem res més. / Ya has hecho suficiente. Abrázame, aunque tenga el cuerpo maldecido por la muerte, abrázame y no digamos nada más.

Las palabras se vuelven flores marchitas y se desprenden de las paredes, como un ramo de boda arrojado al mar. ¿Quién estornuda? La muerte pilla un resfriado y se esconde en un portal del Callejón de las Almas Perdidas. Encuentro una flor en la última sílaba de tu nombre grabado en la pared. Unas manchas rojas en los pétalos. ¿Gotas de sangre amorosa?

Respirar profundamente, aquí, en este silencio donde nadie respira, y donde se agitan las gaviotas en defensa de sus nidos, en lo alto de los muros, mientras dudas si rozar o no los pétalos de sangre de las novias y los novios muertos. No dudas más, y rozas con los dedos esos pétalos ensangrentados y muertos de amor, en el Callejón de las Almas Perdidas.


viernes, 24 de mayo de 2024

LA ESCLAVITUD DEL ALMA

Foto: J.X.


No era un desgraciado cualquiera, como algunos murmuraban. Era la desgracia en estado puro, eso sí. Pero no un desgraciado cualquiera. Tenía el alma clavada en el suelo, en perenne esclavitud, y, en tal posición espiritual, recibía las pisadas de los transeúntes. Salvo raras excepciones, la pisoteaban sin darse cuenta, o le tiraban un escupitajo, un papel o un chicle. Era el callejón de las almas clavadas, en el cual todo estaba permitido, incluso orinar encima de ellas. Sin darse cuenta, por supuesto, ya que dichos transeúntes no eran clarividentes y no podían saber la cantidad de almas clavadas que estaban allí, a flor de suelo, esclavizadas, como la suya. ¿Durante cuánto tiempo permanecerían aún clavadas en el suelo? Ninguna de  esas almas condenadas lo sabía, y mucho menos la de él, que no tenía el don de la palabra justa, exacta, y cuando la encontraba ya era demasiado tarde para responder, para rectificar el silencio y salvarse. Sea como fuere, todas ellas compartían la desgracia en estado puro, y no eran unas cualesquiera por haber caído tan bajo, a nivel de suela de zapato o escupitajo, sino unas almas clavadas en el suelo como solitarias flores callejeras que han perdido la belleza, consumidas, y nadie las reconoce.



sábado, 18 de mayo de 2024

CONFESIÓN PÚBLICA DE AMOR EN EL BAR

 Foto: J.X.

Entró en el bar y, una vez más, se subió a una silla y anunció: “No acierto con la palabra mágica que abriría la cueva del tesoro. Ella y el tesoro se esconden tan bien, que no me será dado encontrarlos, ni al tesoro ni a ella, a la novia muerta. Me declaro en fracaso total, pero debo seguir. La barca del amor se resquebrajó en el vacío, mucho antes de que chocara y naufragase en la vida cotidiana. Sin embargo, no me hundí con la embarcación, soy un náufrago agarrado a un pecio, una puerta de madera que va y viene por las aguas profundas, a la deriva. Debo seguir aquí, avanzando en el naufragio, en busca de la palabra mágica, dejándome llevar por las olas, soñando a la desesperada para que el amor no se pudra en el corazón, y ella pueda ser rescatada viva en el sueño, entre las aguas profundas.

Gracias por escucharme, y recuerden, quienes puedan amar, que éste es un lamento de amor por la novia muerta. Muchas gracias.”

Se bajaba de la silla y salía del bar. 

jueves, 16 de mayo de 2024

CANTO INAUDIBLE

 Foto: J.X.

Qué más queda por decir, qué más queda por escribir en la piel viva sostenida por la piel muerta, que vive debajo. Entre piel y piel, refulge un claro de luz perdida. El mal se purifica en el mismo arroyo de donde ha salido. Se consagran vida y muerte de las dos pieles en una sola piel, y ambas celebran el sacrificio haciéndose canto inaudible en el escondrijo de piel terrosa, despellejada. Qué más queda por decir, qué más queda por escribir: dos cadáveres rozándose los huesos, sin labios, intentando el beso.


sábado, 11 de mayo de 2024

HOGAR, DULCE HOGAR

Artesanía y foto: Judith Xifré




Llevaba un lápiz gastado, pero bien afilado, en el bolsillo de su camisa, a la altura del corazón, con la esperanza de que un día, el lápiz, aprovechando un accidente, una caída, le atravesara el corazón. 

Pero en vano esperaba que aquella punta afilada se le clavase en el costado del corazón y lo desgarrara de parte a parte, como una flecha envenenada de la selva.

No tenemos casa, ya no tenemos aquel piso de alquiler”, le dice el vagabundo a ella, a la novia muerta que lleva dentro, oculta, como si ella, a falta de casa, hubiera ocupado su alma de vagabundo, espacio mal construido desde el principio, desde la infancia, mal ordenado. Habitable, pese a todo, responde ella, furtiva, instalada en aquel lugar inhóspito de su alma de vagabundo.


miércoles, 24 de abril de 2024

EL VÍA CRUCIS DE LAS CALLES Y UN SENDERO

Foto: J.X.

Se arrastraba por las calles como haciendo una imitación del vía crucis, mientras proclamaba: “Soportamos el peso del trabajo de los vivos, pero, bajo nuestra piel viva, nos substancia el trabajo de los muertos. La piel viva, a su vez, nutre a la piel muerta que se oculta debajo de ella, como si, en ese arrastrarse por la tierra, en ese contacto mutuo de la piel -la piel viva y la piel muerta-, tuviera lugar un misterioso intercambio amoroso. Aquellos que me escuchan, ni lo saben ni lo entenderán, pero sí, estoy enamorado de una novia muerta. Un ramo de flores atado, que se va desliando, sobrenada en el agua turbia, fangosa, de la charca de un sendero, cubriéndola de instantes de amor sin nombre. Una rana ensaya un canto entre los pétalos. De nada te sirve dormir y refugiarte en el sueño, cuando el sueño no es más que la deformación, la variación del desastre. Al final del sendero, en el jardín secreto, brota una flor que perfuma a la novia muerta. Dentro de ti, se ramifica la misma flor y se deshoja. Cada pétalo deshojado, abre y cierra las heridas por la novia muerta. Sin flor, se nutre el tallo espinoso dentro de ti, para que broten más flores para la novia muerta. La sangre no se reseca. Querer en el vacío del desquerer, sin formas de amor, sin formas. Pero con sangre amorosa. En el vacío, y sin embargo querer, y sin embargo quererte... Hágame un ramo con estas flores..., sí, está bien, gracias... También las flores, al estar en tus manos, presienten el peso que llevas dentro. Son flores vivas aún, aunque ya cortadas, pero forman un pequeño ramo en tus manos que te ayuda a sobrellevar el peso de la muerte. Flores vivas, olorosas aún, que participan en la ausencia, marchitándose lentamente y ofreciendo su aroma último a la novia muerta, como en sacrificio amoroso. Son flores para la muerte, que perfuman la destrucción y rescatan su nombre, la rescatan a ella del secuestro del vacío y dicen su nombre, tu nombre, otra vez. Flores marchitas que introducen su aroma en tus huesos... no escribo: huesos agujereados, pelados... déjame algo, un resto de amor, un resto de huesos amparados con pétalos y trozos de mi piel.”


lunes, 15 de abril de 2024

NO SERÍA LA ÚLTIMA VEZ

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En la muerte que se extendió hasta la última habitación blanca, no sería aquella flor la única y definitiva, ni sería aquel beso el último en los labios muertos.

EL RESCATE

 Foto: J.X.


Hablan del caso de un novio herido que tropezó en la escalera del infierno y se precipitó en el vacío. Pero en vez de caer más abajo (o más bajo), salió precipitado hacia arriba, en el vacío. Fue allí en donde, acurrucada en un refugio del vacío, descubrió a la novia muerta. Se reconocieron con la mirada, y la rescató, ambos empapándose en sangre amorosa antes de salir volando de aquel lugar, como aves ensangrentadas.







viernes, 5 de abril de 2024

EN EL ESTANQUE

 Foto: J.X.

Si ya no hay más corazón; si no hay alma; si no hay espíritu, podemos escribir que nos quedará la sangre amorosa, aunque se estanque y no fluya como antes, cuando podíamos escribir que la sangre amorosa fluiría en nosotros por siempre más.

sábado, 30 de marzo de 2024

NO IMPORTA

 Foto: J.X.

Es cursi, ya lo sabía. Escribir sobre la muerte de un amor. Amar, ser amado. Es cursi. No importa.

Él era cursi, ya lo sabía. Era trágico. No importa.

Decía, por ejemplo:

No he sabido quererte.

Pero daría mi vida

para que vivieras.

Muero por ti,

para que te reencarnes

y sigas viviendo en mi muerte viva.


miércoles, 27 de marzo de 2024

COMO SI...

Foto: J.X.

Como si el autor quisiera dejar en el silencio todo aquello sobrevivido que no se puede contar..., abandonado a orillas de un río, entre los árboles, bajo el matorral donde guarda sus secretos el amor muerto. 



sábado, 23 de marzo de 2024

PEQUEÑA FLOR

 Foto: J.X.


Iba perdido de una calle a otra, sin saber cómo ni dónde podría esconder el tesoro de una muerte que llevaba dentro, cerca del alma, pero muy adentro de su corazón, que latía a un ritmo desbarajustado, cuya sangre amorosa era una pequeña flor, una de esas flores que sólo se ven cuando las pisas.


Nota. Poema en prosa escrito con música de Sidney Bechet y una frase de Juan Valera.



jueves, 21 de marzo de 2024

RAMAS DE ZARZA

 Foto: J.X.

“Soy menos que nada”, decía recordando una vieja canción, una ranchera.

“Menos que nada, sin ella, sin ti, soy menos que nada”, decía en la barra del bar, o cantaba otros versos de la misma canción modificándolos según el día, según la tristeza del día, explicaba él.

De pronto, cambiaba de palabras y se despedía a toda prisa. No disponía de más tiempo. Tenía una cita con la muerte, “que no admite excusas ni exculpaciones, y me azota con ramas de zarza”, añadía, y afirmando con la cabeza nos leía una nota, siempre la misma:

Arbusto de la familia de las rosáceas, espinoso, con tallos sarmentosos de cuatro a cinco metros de largo, con aguijones fuertes y con forma de gancho, de color verde oscuro y flores blancas o rosadas en racimos cuyo fruto es la zarzamora.”

Y salía corriendo del bar.





miércoles, 20 de marzo de 2024

LA CONFESIÓN DEL MALHECHOR ENAMORADO, MAL ENAMORADO

Foto: J.X. 

Confesaba que era culpable por fundir el amor y mezclarlo con visiones fraudulentas y convertirlo todo en joyas falsas de amor imposible.

Se declaraba culpable y se sometía al castigo de ser atormentado por un verdugo en el patio carcelario de los mal enamorados.

Tal era la breve confesión del delito imperdonable cometido por el malhechor enamorado, mal enamorado.