domingo, 29 de mayo de 2022

ERA EL SILENCIO

Foto: J.X. 

Andaba unos cuantos pasos y hablaba con ella. No importaba el ruido de la calle. Él podía escuchar muy bien la voz de ella, que le respondía desde la distancia, desde algún escondrijo de un bosque lejano.

Si se adentraba en un bosque cualquiera, a los pocos pasos oía ya otra vez aquella voz lejana, pero como si ahora la voz estuviera más cerca.

Buscaba por el bosque, debajo de los matorrales, en las ramas de los árboles, entre las piedras, junto a los ríos, pero todo era en vano, ni rastro de ella. Allí no había nadie, excepto él, que hablaba solo con aquella voz que venía de lejos, aunque parecía cada vez más cercana. ¿Era una ilusión creada en el bosque por el eco de la voz misteriosa? ¿O era el silencio agitado por el viento en las ramas de los árboles? 

Era el silencio.

Todo era silencio, agujereándole el corazón, el trozo de corazón que le quedaba desde que ella, la novia muerta, fue más allá de los bosques, llegó al mar, se descalzó y desapareció.


1 comentario:

Lluís Nadal dijo...

Et segueixo i segueixo gaudint dels teus poemes. Aques m'ha sigut força inspirador:

Com el no-res que precedeix a tota creació, el silenci ha de ser abans de la paraula.
Però pot tornar el silenci després que les paraules van ser dites? O tot silenci és l'anunci d'una nova conversa?