jueves, 29 de abril de 2021

NO SABEMOS NADA MÁS

Foto: J.X. 

“Agárrate a las palabras”, se decía. “Agárrate a ellas, que soportarán el peso.”

Pero llegó un día en que las palabras ya no podían sostenerlo.

Demasiado peso. No es que llevara muchas cosas encima. Pero el peso de esas pocas cosas le destruye. Cada uno tiene su resistencia, un límite más allá del cual no puede seguir avanzando.

Era el peso de pocas cosas, consideradas una por una, pero el conjunto de todas ellas lo hundía cada vez más

“No puedo con el peso de tantas pocas cosas que me destruyen”, se dijo finalmente, y desapareció por una calle que desembocaba en el mar.

No sabemos nada más.

2 comentarios:

AT dijo...

Comentario de "Una vecina de la Pensión":

Quién sabe si las palabras que encerraban esas pocas cosas que le pesaban mucho, acabaron por hundirle al final de esa calle, o por fin en un acto de valor, fue dejando a lo largo de la calle esas pocas cosas y al llegar al final entonó una canción.

AT dijo...

Un comentario de joségarvimoreras:

Un relato que no hace falta que lo firmes tú, está en tu linea literaria que ya te trazaste hace tiempo.
Las calles que dan al mar para mí son aquellas que de niño, en los baños de la Barceloneta, yo ya me empezaba a quitar la ropa, y en aquellos callejones, como el del Gato Negro, ya estaba el mar de los días de agosto.
Desde el bosque de los espíritus quizás no haya dificultad para volver a vivir otra vez aquellas sensaciones.