Entra Francesc Cornadó al bar del barrio y nos provoca con una
receta para comenzar el 2015, “Las patatas a la importancia y la literatura”, que publica en su blog, y
escogemos el siguiente fragmento:
"Lo
peor de estas elaboraciones, tanto de las patatas como de las
literaturas, son los añadidos de magnificencia o de gran condición.
Son patatas y es literatura, y cuando las encontramos calificadas con
aspiraciones tales como “a la importancia” empezamos a sospechar."
Más
de uno de los clientes del bar creíamos que este receta era una ficción
gastronómica de Cornadó, una referencia erudita inventada a la manera de
Borges, hasta que interviene la nieta del anarquista y nos recuerda un poema de su abuelo, un experimento más de su abuelo, dice, que se basaba en el recetario de Gallina
Blanca, y que ella se sabe de memoria. Nos advierte que su abuelo, poeta anarquista y siempre experimental, añadía
la palabra “poema y otras palabras” a continuación de la palabra
“patata y sus derivados”, añadido culinario que, como se puede comprobar, no figura en la receta original de Gallina Blanca. Y nos dice el poema (no le gusta la palabra "recitar"", añade):
Paso
1
Pela
las patatas (poemas), lávalas y córtalas a rodajas (a versos) de 1
centímetro de grosor aproximadamente.
A
medida que las vayas laminando (rimando), déjalas en remojo con agua
para que no se te oxiden (en el cajón).
Escurre
las patatas (poemas), condiméntalas con sal (queja amorosa) y
empánalas con harina (metáfora genérica). Elimina el exceso de
harina y pásalas por el huevo batido (rebajar el exceso lírico). Escúrrelas un poco y fríelas en el aceite bien caliente
(controla el grado de pasión). Cuando se hayan empezado a dorar,
escúrrelas sobre un papel absorbente y resérvalas (no hay prisa,
recuerda el consejo clásico: la inspiración sube y baja trabajando, como el soufflé, y un exceso de calor o frío perjudicaría el resultado final del plato).
Paso
2
Pon
a calentar una cazuela ancha a fuego medio con un chorrito de aceite
de oliva (que resbale la metáfora, pero sin pasarse). Añádele la cebolla picada (aquí una perla o lágrima
lírica) muy fina y déjala rehogar hasta que empiece a dorarse (al
sol, aunque sea de poniente). Mézclale la pastilla de "Avecrem Caldo
de Pollo Gallina Blanca" (para darle color, ritmo, mejor sabor y, en suma,
enriquecer el poema)).
Cuando
se haya derretido (la substancia artificial o química añadida a la
substancia natural), condimenta con el azafrán (una pulgarada de color) y déjalo rehogar
unos segundos (que no cunda el desasosiego poético). Moja con el
vino y evapora su alcohol (estimulante de las musas o paraíso
artificial de viñedo, como indicaría Baudelaire). Vierte un poco de harina
sobre el sofrito (blanquear un poco el poema y su veneno frito) y deslíelo con el
caldo caliente (vigila que no te quemes, arde la nieve) para que no se te formen grumos (versos mal
encabalgados y distribuidos, o mal escritos en columna y que pasan por herméticos).
Paso
3
Sumerge
las patatas (poemas) en el caldo "Casero de Pollo 100% Natural Gallina
Blanca" (ahora sí, camino de perfección de la forma y del sabor) y déjalas
cocer unos 15-20 minutos (paciencia poética, como recomendábamos
más arriba), hasta que al pincharlas notes que están bien blandas
(a punto ya de comercialización vana del poema o edición no
venal, menos angustia).
Conclusión de la receta: Que no muera la esperanza ni archives la receta enriquecida del
poema, si a las pocas semanas “las patatas a la importancia” o el
plato de poemas, sin ser probados siquiera, son devueltos al distribuidor o directamente a
la guillotina del editor. Hecho luctuoso, aunque cotidiano e
irreversible, para toda ciencia gastronómica y poética que se
precie, como “las patatas o poemas a la importancia”. De persistir las devoluciones e insatisfacciones, se recomienda cambiar de plato, dejar a un lado las "patatas a la importancia" y recurrir a tallarines, macarrones o poemas al dente, cocidos de manera que conserven cierta consistencia, pero sin pasarse con la sal y reduciendo la importancia (ya que eliminarla del todo en cocina y poesía es tarea vana).
Nota:
Las "patatas a la
importancia" es un plato de patatas oriundo de
la provincia de Palencia, pero que es muy popular en el
resto de la cocina española (sobre todo en Madrid). Es
un plato que evoca a antiguas recetas y que aparece a menudo en los
menús de los restaurantes españoles. Se considera un plato popular
y económico. Se sirve caliente, recién elaborado.
(Wikipedia)
6 comentarios:
soufflé.
(Voz fr.).
1. adj. Dicho de un alimento: Preparado de manera que quede inflado. Patatas soufflé.
2. m. Alimento preparado con claras de huevo a punto de nieve y cocido en el horno para que adquiera una consistencia esponjosa. Soufflé de coliflor.
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Cruce de papa y batata).
1. f. Planta herbácea anual, de la familia de las Solanáceas, originaria de América y cultivada hoy en casi todo el mundo, con tallos ramosos de cuatro a seis decímetros de altura, hojas desigual y profundamente partidas, flores blancas o moradas en corimbos terminales, fruto en baya carnosa, amarillenta, con muchas semillas blanquecinas, y raíces fibrosas que en sus extremos llevan gruesos tubérculos redondeados, carnosos, muy feculentos, pardos por fuera, amarillentos o rojizos por dentro y que son uno de los alimentos más útiles para el hombre.
2. f. Cada uno de los tubérculos de esta planta.
3. f. batata (‖ tubérculo).
4. f. coloq. Cosa de poca calidad o de mal funcionamiento.
~ caliente.
1. f. Problema grave e incómodo de solución difícil.
~ de caña.
1. f. pataca2.
ni ~.
1. loc. pronom. nada. No sabe ni patata
□ V.
escarabajo de la patata
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importancia.
(De importante).
1. f. Cualidad de lo importante, de lo que es muy conveniente o interesante, o de mucha entidad o consecuencia.
2. f. Representación de alguien por su dignidad o cualidades. Hombre de importancia.
darse alguien ~.
1. loc. verb. Afectar superioridad o influencia.
ser algo de la ~ de alguien.
1. loc. verb. Importarle, interesarle.
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Al dente.
En gastronomía se denomina al dente al estado de cocción de la pasta (y ocasionalmente del arroz) que, estando cocida, ofrece alguna resistencia (firmeza) al ser mordida.1 La pasta queda firme pero no dura. La denominación proviene del italiano, en el que la expresión significa precisamente al diente. Puede aplicarse por extensión a las verduras cocidas, que deben quedar algo "crujientes" - o al menos ofrecer alguna resistencia cuando son mordidas. Es a menudo considerada la forma ideal de cocción de la pasta; en cualquier caso hace que la pasta se mantenga firme, siendo esto especialmente importante en los platos de pasta "al forno" (al horno).
No debe confundirse la expresión con que la pasta (o cualquier otro ingrediente) deba "pegarse en los dientes", entendiéndose de ese modo la expresión justo al contrario, dado que de esta forma resultaría que la pasta está excesivamente hervida.
Wikipedia
Un guiso enfático para una literatura de pompa y circunstancia.
A veces, muy pocas, cuando no hay que comer, (me ha sucedido), es preferible un plato de patatas a la importancia que no un plato de patatas enmascarás (por escondidas).
Las patatas a la importancia, siguen siendo patatas, aunque claro, sin los salmos ni alabanzas que nos recitan sus amos.
Las enmascarás, las escondidas, aún son más tristes. No dan traspiés a masticar sólo una...todo es atrezzo, mucha salsa en suma.
Salut
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