Sale a la calle, enciende las cuatro o cinco últimas cerillas, enciende los tres últimos poemas o la última frase de un cuento, pero al doblar una esquina, de súbito, una corriente de aire frío apaga las cerillas y los poemas y todo se vuelve ceniza. Pero es una ceniza encendida, que arde en las manos de quien la toca, aunque llueva.
El suplente del cronista
6 comentarios:
Cerillas, poemas, dibujos, todo se resolverá en polvo, como decía Lope de Vega en un soneto.
Cuando tienes cerillas no las necesitas, cuando las necesitas no las tienes.
El soneto citado es del Licenciado Tomé de Burguillos, y no mío. Que cada uno cargue con sus sonetos y haga de su capa un sayo.
Andar de capa caída.
Presumen de sonetos y hacen de capa rota.
capa rota.
1. f. coloq. Persona que se envía disimuladamente para algún negocio de consideración.
Dicc. RAE
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