jueves, 26 de agosto de 2021

LAS 4 PUNTAS

 Foto: J.X.

Aisladas.

Una en cada punta.

No se trata de personas, pero sí de seres vivos.

4 puntas.

Una ausencia en cada punta.

4 ausencias.

Una en cada punta, solitarias.

4 flores, una en cada ojal.

4 ausencias, con una flor en el ojal de cada ausencia.

Un aroma. Pero viene de la parte de afuera.

Ese aroma que viene del exterior y llega hasta ahí, entre las 4 puntas, quizá sea, por el olor, de un ramo marchito arrojado a una papelera, un ramo que los seres humanos rechazan y abandonan después de alguna celebración, acostumbrados como están a rechazar y abandonar a los otros seres vivos (flores, animales, personas...), cuando se marchitan, cuando envejecen, incluso antes.

Pero no lo sabremos nunca. No sabremos si es el aroma de un ramo marchito.

Atascada el alma, detenidos, atados de pies y manos, marcados por las gotas de sangre que gotean de las 4 puntas.


1 comentario:

insurrecta dijo...

MAs allá de lo absurdo, un delicioso poema en prosa que te provoca deseos de puntas con olores a ramos marchitos, que no deberían marchitarse.