Foto: J.X.
Volver a empezar. Volver al bosque de los espíritus y buscar entre los árboles y las plantas, entre los arbustos, las piedras y las flores.
Indagar el paradero del espíritu que resbala con las flores, y el del otro espíritu, aquel que de vez en cuando bebe una cerveza templada.
Reencontrarlos y reanudar, con ambos, los paseos con las novias y los novios muertos por los caminos del bosque. Recordar instantes felices y momentos horribles, desvíos y distancias angustiosas, extravíos tristes y vuelta a casa, heridos. Recordarlo todo, y querer y perdonar y seguir paseando entre los árboles del bosque de los espíritus.
Una forma de consuelo frente a tanta ausencia como se acumula en los rincones de las casas de aquí abajo.
3 comentarios:
Comentario de Lluís Nadal:
L'existència no podria ser sense compartir-la, ni que sigui tan sols amb el terra que ens sustenta o amb el cel que ens acull. Per això, quan l'estimada ens és arravatada i la solitud se'ns imposa, només el somni d'una retrobada ens permet seguir sent.
Comentario de José Garvi Moreras:
Tú dices "LAS COSAS DE AQUÍ ABAJO" cuando hablas del Bosque de los Espíritus.
De existir ese bosque, no tiene por qué estar más arriba o más abajo: el ESPACIO TIEMPO es la diferencia. Yo creo que cuando se habla de los agujeros negros, como que no tienen espacio tiempo, es un error, pues por el simple echo de existir ya ocupan un espacio. Y si atrapan la luz ES SOLO EN EL TIEMPO, con lo cual la ciencia no tiene nada que ver con el bosque de los espíritus, ni nada que se le parezca. El BOSQUE DE LOS ESPÍRITUS no tiene que estar ni arriba ni abajo, ni en ningún otro lugar, sólo donde el ESPACIO TIEMPO nos esté diciendo adiós.
Comentario de "Insurrecta de las palabras":
Un relato luminoso que ayuda a vivir con esperanza.
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