Teatrillo de títeres y foto: Judith Xifré (alias Janet Xirgu)
Llegó la edad adulta, y todo lo destrozó. Los malos trabajos y los malos días resquebrajaron toda la cristalería de la juventud, y las figuras de cristal de la infancia rodaron por el suelo, rotas en mil pedazos.
Entre el corazón y el alma, sin embargo, en un espacio reducidísimo, vacío, cerrado herméticamente, se mantenía un resto de aroma de aquel amor, cuando aquella primera edad protegía el amor y rechazaba el acoso de la destrucción. Hasta que una noche, de madrugada, se presentaron, imperiosas, violentas, unas patrullas de los malos días y los malos trabajos para corromperlo y arrasarlo todo.
De aquel primer amor sólo quedó, muy escondido, emboscado entre los matorrales, un resto de aroma, y unas figuras de cristal por el suelo, rotas.
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