"El bombardeo como deber y acción moral!",
nueva teoría política y pacificadora del Premio Nobel de la Paz,
comentan, perplejos, atónitos, en el bar del barrio.
"Tenemos
la obligación moral, el deber moral de bombardear y dar un
castigo ejemplar", declaran las mentes más preclaras de
Occidente..
"No pierdan la esperanza. Aún cabe la posibilidad de bombardearlos con los pacificadores misiles de Occidente, fabricados siguiendo todas las normas ecológicas y de eficacia asegurada al cien por cien.
La moral y el bien común nos obligan a ello. Procuraremos que los inevitables daños colaterales sean mínimos. Ya reconstruiremos lo destruido".
El sarcasmo de cierta política internacional.
"No pierdan la esperanza. Aún cabe la posibilidad de bombardearlos con los pacificadores misiles de Occidente, fabricados siguiendo todas las normas ecológicas y de eficacia asegurada al cien por cien.
La moral y el bien común nos obligan a ello. Procuraremos que los inevitables daños colaterales sean mínimos. Ya reconstruiremos lo destruido".
El sarcasmo de cierta política internacional.
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