"¿Cuál es su proyecto de felicidad?", le preguntaron un día por la calle en una encuesta sobre la vigencia de la felicidad en la sociedad actual.
Y él respondió, sin pensar en las consecuencias:
"Mi felicidad consiste en un proyecto para eliminar a unos vecinos, a un matrimonio que está todo el día gritando y haciendo ruidos en una cama que cruje, de patas asimétricas que golpean el suelo, me atormentan el sueño y no me dejan descansar. Acabar con todo ello de una vez y para siempre, y abandonar por fin esta vida de colmena, la vida entre cuatro paredes donde todo retumba y se oye. Y dejar de oír las voces y los ruidos de este mundo cruel", dijo.
Al día siguiente, la policía lo detuvo por sospechoso de un delito: querer interrumpir la felicidad ajena y acabar con el matrimonio.
Él se defendió diciendo que se trataba de una broma, de un proyecto imaginario para una obra de teatro, pero no le escucharon y lo llevaron al calabozo de la comisaría central de la ciudad, donde sería interrogado sobres sus "proyectos de felicidad criminal y su peligrosidad contra la institución matrimonial", como le advirtieron y amenazaron.
3 comentarios:
A Montserrat Olivés Miret, Albert Lazaro Tinaut, Ambrosio Gallego Durán y 9 personas más les gusta esto.
Luis Nadal: ...normal, escogió una coartada increíble. Todo el mundo sabe lo insufrible que es la banda sonora de la felicidad conyugal ajena.
El Sábado a la(s) 10:00 · Ya no me gusta · 1
Lurdes Fidalgo: Genial, como sempre!
Hace 47 minutos · Me gusta
El Sábado a la(s) 10:42 · Ya no me gusta · 1
Es mejor no hablar de proyectos demasiado personales...
Eso le pasó por entrometerse en la vida matrimonial de unos vecinos. Hay ruidos que es mejor no escuchar, que tienen peligro y pueden dejarte sorda para el resto de la vida...
Publicar un comentario