sábado, 8 de octubre de 2011

BOMBARDEA, QUE ALGO QUEDA










"Todo es velocidad, todo es provisional: bombardea, que algo queda", es una de las dos parcartas que cuelgan de los balcones del barrio. La otra pancarta dice así:
"¿Cuántos libios han muerto bajo los bombardeos liberadores de la OTAN, en los que también participa desinteresadamente España ?
¿Dóndes están las fotografías y las filmaciones de TV de esos bombardeos nocturnos, ataques realizados mediante las tecnologías y nuevas tecnologías de los bombardeadores anónimos?
¿Para quién será lo que quede del pastel sangriento bombardeado?"
Dos pancartas de dos vecinos aguafiestas, sin duda.

El suplente del cronista

2 comentarios:

el espía que surgió del frío dijo...

¿Hay guerras justificables? En la situación actual, donde las grandes potencias son tan poderosas, ¿no podrían derrocar a los dictadores de otro modo, anticipándose, por ejemplo, a las crueldades de las dictaduras y no recibiendo ni haciendo negocios con los mismos dictadores que luego quieren derrocar, bombardeando a los habitantes de las ciudades y pueblos que dicen liberar? ¿Daños colaterales? Exacto, daños colaterales, sobre todo si vives lejos y no te afectan las explosiones.

insurrecta dijo...

Es terrible que en pleno siglo XXI aún se resuelvan las cosas a base de guerras. Que se resuelvan mal y con sangre, mientras los poderosos se van al casino.