sábado, 4 de abril de 2009

SACRIFICIO ECOLÓGICO DE ANIMALES EN SEMANA SANTA

Watteau, Aguafuerte


Para mantener en buen estado de conservación el "Parc dels Aiguamolls de l'Empordà", los cuidadores de dicho parque de aguazales se ven en la necesidad de poner cepos, trampas de hierro en el campo, para matar e incinerar anualmente a decenas de "porcs senglars" y "daines" (jabalíes y gamos).

Curiosamente, "porcs senglars" y "daines" son animales casi mitológicos, animales poéticos, figuras simbólicas dentro del folklore excursionista y cierta poesía tradicional catalana.

Por tanto, es de esperar que los jabalíes y gamos afectados -que no son naturaleza, como todo el mundo sabe, ni deben ser preservados en la actualidad-, estén de acuerdo y sepan valorar el reequilibrio ecológico y folklórico de la zona, aceptando gustosamente el sacrificio propio para que sobreviva el terreno pantanoso de los "aiguamolls" -que son naturaleza y deben ser preservados, como todo el mundo natural sabe-, para el disfrute de la familia del hombre.

Asimismo, por el campo corren rumores que una industria de armamento foránea ofrecerá sus servicios de "solución química", de probada eficacia, para que la conservación de la naturaleza y el equilibrio ecológico no precisen poner trampas mortales a otra parte de la naturaleza, jabalíes y gamos, y mancharse las manos con la sangre de estos animales, antaño respetados y dignos de fábula poética, como decíamos.

Eran otras generaciones, dicen los más entendidos, otras generaciones de jabalíes, gamos y hombres.

Se ignoran por el momento los efectos secundarios que dicha "solución química" pudiera tener en el resto de la población animal, humana, también natural, como todo el mundo sabe. Proseguirán los experimentos con materia viva, sin ahorrar medios ni explosiones y sacrificios ajenos, de animales y plantas, pero siempre en favor del reequilibrio ecológico, redundando en beneficio de la naturaleza y la famila del hombre. Antes de ponerla en práctica, anuncian que se harán experimentos previos, por si acaso, en otros países más lejanos y más bárbaros, susceptibles de "solución química".

Pero al menos un día ya no veremos sangre derramada en el paisaje bucólico, manchando aquí y allá la belleza del bosque, exclaman los más civilizados del lugar.
Cosas de semana santa, dicen otros.

(Para más datos, véase el último capítulo de "Thalassa", por otro lado uno de los pocos espacios de "tv. 3" que aún merecen ser vistos).

El cronista del barrio




3 comentarios:

Nadal dijo...

Quisiera remarcar unos detalles que por la brevedad del reportaje de Thalassa,pudieran haber pasado desapercibidos.
La importancia de las zonas humedas no está solo en su realidad fisica,
más importante aún es que son imprescindibles para la existencia de una fauna migratoria que sin ellas dejará de existir y dada la gran destrucción habida,proteger las que quedan es vital.
La fragilidad de estos sistemas tan complejos es enorme y la introducción de un elemento externo
que no tenga competencia puede destruirlo con graves consecuencias,no solo locales.
También la falta de individuos propios pone en peligro la viavilidad del sistema y aquí faltan los lobos y las aves rapaces y carroñeras,que cerrarían el circulo biológico y harían innecesarias las batidas de gamos y jabalies.De momento,el hombre tiene que hacer de lobo y esta vez creo que lo hace con dolor y con buena intención(y buen criterio).
No olvidemos que aquí los peligros siguen viniendo del exterior:la presión humana,falta de financiación,leyes inadecuadas...
Creo que sería muy interesante un programa que nos contara como fué la lucha por salvar este territorio
,como un puñado de desarrapados consiguieron hacer frente a un poderoso grupo inmobiliario y ganar.

albert tugues dijo...

De acuerdo con Nadal respecto al necesario equilibrio de la zona. Pero los jabalíes y gamos, ¿no podrían ser trasladados a otra zona?. Exterminarlos, ¿no es una falta de sentido ecológico? ¿O es que sólo estamos a favor de las especies autóctonas? Esto, si lo trasladamos a las migraciones humanas, no sería aceptable. Entonces, ¿por qué aplicamos a los animales irracionales lo que no queremos para los animales racionales? Jabalíes, gamos y emigrantes, si cambian de territorio e invaden otros, no creo que sea por capricho y para jorobar el territorio ajeno. Matar a unos animales para preservar a otros, no deja de ser un matadero de carne, autóctona o no. Deberíamos aprender a trasladar la vida de un lugar a otro, sin matarifes de por medio, ya que ancha es la tierra. Sería más caro y complicado, pero más gastamos en millones de sandeces humanas. Por ejemplo, es una sandez matar e incinerar decenas de jabalíes mientras, al lado, en la misma zona, hay miles de granjas de cerdos y jabalíes domesticados, cuyas cabezas son destinadas a la famosa charcutería catalana del "cap de senglar", o jabalí).

Nadal dijo...

Acepto las contradicciones en los metodos de preservación de esta,como de otras,reservas naturales pero quiero romper una lanza por aquellos que lucharon por coseguirla y siguen trabajando por mantenerla,indicando la existencia de una legislación al respecto que les obliga a tomar unas decisiones que no son de su agrado para evitar males peores y agradecer la lucha que me consta mantienen para mejorar la legislacion existente.
Pero el comentario de Ulises pone sobre la mesa un problema más amplio.La necesidad de matar que tiene la vida para poder existir,es
una realidad que la posmodernidad
politicamente correcta quiere ignorar y no por ello dejan de imponerse sus cosecuencias.
La falta de debate y de tener en cuenta esta ley inexorable, facilita la toma de decisiones que ocasionan un reguero descontrolado de "daños colaterales" en todos los ámbitos de la actividad humana
Nunca en el mundo,la razón había estado tan reconocida pero tampoco nunca sus consecuencias habían sido tan irracionales.