Fotografías: Matilda Sagan, El peregrino de las palabras
Un artista de calle, anónimo, merodea desde hace años por las calles del Barrio Gótico de Barcelona, llevando una pequeña pancarta de protesta. No pide nada a nadie, pero a veces pasa por nuestro lado hablando en voz alta, sonriendo, y nos advierte, con mirada satírica, sobre el consumismo, la pobreza y la miseria en nuestras ciudades modernas. Sus acciones teatrales y papelitos escritos, nos hablan del abandono del individuo, de la contaminación, de la suciedad de las calles, de la locura del turismo cuyos viajes no van a ninguna parte, de la corrupción de la política, de la corrupción de las palabras. En suma, nos señala, en letras grandes y pequeñas de protesta, todo lo que día a día se contamina y se prostituye en nuestra sociedad.
Siempre arriba y abajo con su teatro de calle, con sus acciones de protesta callejera. Saludando, entregando a los transeúntes que se le acercan unos papelitos escritos, regalados a cambio de nada, pero con la intención de sublevar el ánimo mediante la sátira y conseguir que la realidad nos indigne cada vez más. Si alguien le pregunta algo, responde algo. Si nadie le pregunta nada, no dice nada, pero no importa, siempre están ahí las palabras, en la pancarta, en su chaleco, en el sombrero.
Un artista de calle, anónimo, merodea desde hace años por las calles del Barrio Gótico de Barcelona, llevando una pequeña pancarta de protesta. No pide nada a nadie, pero a veces pasa por nuestro lado hablando en voz alta, sonriendo, y nos advierte, con mirada satírica, sobre el consumismo, la pobreza y la miseria en nuestras ciudades modernas. Sus acciones teatrales y papelitos escritos, nos hablan del abandono del individuo, de la contaminación, de la suciedad de las calles, de la locura del turismo cuyos viajes no van a ninguna parte, de la corrupción de la política, de la corrupción de las palabras. En suma, nos señala, en letras grandes y pequeñas de protesta, todo lo que día a día se contamina y se prostituye en nuestra sociedad.
Abre o intenta abrir los ojos de los transeúntes que pasan, mostrándoles frases satíricas en inglés, paradojas en castellano y en catalán escritas en la pequeña pancarta que siempre lleva consigo. Sin olvidar las palabras colgadas de su chaleco o pegadas en el sombrero, o dentro de una caja, como podemos observar en la fotografía.

Paradojas de la palabra. Hoy, unas palabras; y mañana, otras.
PARADOJAS Y CONFUSIONES DE LA PASIÓN POLÍTICA
PARADOJAS Y CONFUSIONES DE LA PASIÓN POLÍTICA
En las campañas
electorales, los partidos políticos anticipan siempre a su favor el
resultado de las elecciones, pero hay algunos que, paradójicamente,
ya se ven en la oposición antes de votar, como nos sugiere "El
Periódico" al citar una frase de un dirigente de "Catalunya
Sí que es Pot" , el cual pretende criticar a su oponente, "Junts pel Sí":
"No será lo mismo para
Mas tener enfrente, como líder de la oposición, a Inés Arrimadas
(Ciudadanos) que a Lluís Rabell", consigna un dirigente de "Sí
que es Pot", subrayando que las tesis de la una y el otro sobre el
derecho a decidir son como la noche y el día."
Una estrategia poco corriente, una manera muy original de ayudar a su propio partido, comentan en el bar del barrio.
Una estrategia poco corriente, una manera muy original de ayudar a su propio partido, comentan en el bar del barrio.
Paradojas de la política.
DELANTE DE LAS NARICES DE FRANZ KAFKA
DELANTE DE LAS NARICES DE FRANZ KAFKA
Fuente situada
delante del Museo Franz Kafla, en Praga, con dos esculturas obra de
David Cerny.
¿Qué diría Kafka? ¿Se reiría, como se reía cuando leía uno de sus relatos fantásticos a los amigos? ¿O más bien saldría corriendo, en busca de un lugar menos público y visible, más reservado?
¿Qué diría Kafka? ¿Se reiría, como se reía cuando leía uno de sus relatos fantásticos a los amigos? ¿O más bien saldría corriendo, en busca de un lugar menos público y visible, más reservado?
Paradojas del arte.