domingo, 23 de noviembre de 2025

A FLOR DE PIEL


Se comunicaban

a una hora determinada

de la noche,

y, desde la distancia,

había noches

en que sus voces

se acercaban,

tanto,

como si fueran sus cuerpos

los que se confesaran,

diciendo:

“Te deseo”.

Finalizada la comunicación,

cada uno se iba

a su habitación solitaria,

se acostaba

y se entregaba

al placer de imaginar

el refugio íntimo,

acogedor,

de la piel desnuda,

de la herida amorosa,

entreabierta,

del otro.


No hay comentarios: