Foto: J.X.
Si no la hubiera conocido,
si ella no le hubiera rescatado
de la muerte del primer amor,
él no habría presentido nunca
el futuro advenimiento del amor.
Un amor enraizado
-purificado el odio del fracaso-,
que, ahora,
la rescata a ella de la muerte
para hacerla vivir,
dentro de él.
Sobreviviendo así, ambos,
a la muerte, a la vida muerta.
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