Foto: J.X.
El misterio de una vida
o las vergüenzas del alma
que se clavan por fuera y por dentro.
Cortada el alma, la hoja de afeitar
se dobla bajo mi piel, entre las costillas.
¿Que no puede verlo nadie?
A flor de piel,
si palpas el vacío entre las costillas
y aprietas un poco cuerpo adentro,
puedes herirte la punta de los dedos
con el filo de la hoja de afeitar,
que no se ve, doblada bajo la piel.
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