Foto: J.X.
Otro día. Con el amor bajo tierra, buscando, buscándola, acechando un descuido de la muerte para alcanzar unas ramas de vida en el polvo, en la ceniza, para trasplantarlas en su alma y vivificarla, ¿a quién?, y resucitarla en el decir de la palabra, del nombre. Su nombre.
Silencio tras silencio, por la inclinación de la flor, hacia ti. Una flor tras otra, silencio a silencio, hacia ti, por mediación de la flor.
Como ella decía antes de salir a caminar, antes de ir a la búsqueda del azul, de la línea del horizonte: “Todo lo que busco es el cielo sobre mi cabeza y un camino para mis pies.” (R.L. Stevenson).
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