Foto: J.X.
Me dijo:
“Salí a dar una vuelta. Ya era de noche. Sentí un escalofrío. Una mano fría me daba la mano, como si la novia muerta ascendiera de la tierra y viniese a pasear conmigo, poniendo su mano entre las mías.”
Me sorprendió su confesión.
Al salir del bar y despedirnos, sentí su escalofrío en mi mano.
No hay comentarios:
Publicar un comentario