Foto: J.X.
Oigo unos pasos ligeros en la escalera.
Se detienen en el rellano de mi casa y llaman a la puerta.
Abro y no hay nadie. Sin embargo, ella entra, sin que yo la invite a pasar.
Le pregunto quién es, cómo se llama. Y me responde que es la representación de la ausencia, la mediadora entra la vida y la muerte.
Nos acercamos al balcón y hablamos un rato, de pie. Me informa que ha venido a quejarse de mi insistencia como doliente. Se queja de que siempre me lamento y la acuso de mis males a ella, a la ausencia. Le digo que lo siento por abusar de su nombre.
Hablamos un poco más. Me recrimina también que hace días que no visito ni brindo con la novia muerta. Mucho lamentarse en casa y quejarse de la ausencia, y luego... Le pido disculpas una y otra vez, le ruego por favor que me perdone por recurrir tanto a ella y evocar su nombre.
Ahora tiene que irse ya. Le doy una flor de una maceta del balcón, como prueba de cordialidad y desagravio, y nos despedimos.
Abro y cierro la puerta, sin hacer ruido, y ella, la ausencia, baja por la escalera con pasos ligeros.
En casa, hay una pared resquebrajada, con una mancha de humedad, rectangular, que aparece y desaparece según el clima de los días, como si hubiera un ojo triste en la pared que a veces llorara a escondidas.
Hay unas señales grabadas dentro de ese rectángulo húmedo, que semejan esas rayas en la pared de una cárcel que cuentan los días que van pasando.
3 comentarios:
Comentario de joségarvimoreras:
Los espíritus también regañan, pero es buena la visita, pues viene de donde se supone que está el bosque de los espíritus, donde se da carpetazo a las leyes físicas, al espacio y al tiempo. O sea que ya nada importa de lo que nos abruma en nuestro universo. Por eso solo te regaña.
Esa persona que te ha venido a ver comprende
En el fondo yo veo un relato optimista.
Comentario de "Una lectora corriente":
Una ausencia que se muestra exigente y reclama compañía, quizá lo que pretende es que se le devuelva todo aquello que ella dio antes de ser ausencia. Habrá que recordarle que no son olvidos lo que ella entiende como poca dedicación, que está acompañada siempre aunque a veces no pueda presentirlo.
Comentari de Lluís Nadal:
Com qui passeja pels carrerons del barri, de filigrana en filigrana, ens portes a un més enllà.
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