Foto: J.X.
No sigas por este sendero.Más allá del final del camino, no hay nadie.
Sólo encontrarás una alambrada.
Éste es, pues, el final del camino, el final de la escapada.
De todos modos, puedes volver mañana, si quieres, a ver si hay más suerte.
Tal vez alguien que sepa tu nombre habrá cortado la alambrada y estará esperando más allá del final del camino, más allá del final de la escapada, para decirte que..., allá, detrás del laberinto alambrado, más allá de la tierra vallada, cruzando el campo yermo, hay otro espacio, otro bosque frondoso, donde nacen flores que nadie ha visto nunca.
1 comentario:
Una poesía escrita más allá de la valla, más allá de la esperanza. Un final con flores que premian el esfuerzo de llegar ahí.
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