domingo, 17 de enero de 2016

FLORES, PROMESAS, JURAMENTOS Y PAPELERA

Buen artículo de Jordi Nieva (elperiodico.com), catedrático de Derecho Procesal, sobre el contenido primitivo, religioso (para los creyentes) y primitivo, supersticioso (para los no creyentes) del juramento y la promesa en política, unas "antiguallas absurdas", como se dice en el artículo, comenta el politólogo del barrio .
Lo que cuenta es el día a día de la política (y de la vida), los hechos y no los juramentos y promesas que no se cumplen jamás, dice la sobrina de la peluquera.
Pero muchos son los conservadores (y algunos progresistas antiguos, anquilosados) que se rasgan las vestiduras al ver que se resquebraja la unidad de pensamiento, dice la hija de la bibliotecaria
Querrás decir la falsa unidad mental, política, religiosa y económica de este país, que se resiste a ser un Estado definitivamente moderno, donde convivan libre y respetuosamente las distintas lenguas y culturas, dice la nieta del anarquista.
¿Sin que una esté por encima de la otra?, pregunta la dueña del bar.
Por favor, señora, que hay una que es nacional o supranacional, si quieren, advierte la fiscal del barrio.
Exacto, y esto no debe entrar en discusión, nunca, confirma la cuñada del dentista.
Lo que decíamos, mentalidad única y unitaria, antigua, la "¡democracia es lo que yo diga!" , como dice el chiste de Chumy Chúmez, con miedo al cambio y que "¡inventen ellos!", como exclamaban los tradicionalistas del siglo pasado, indica el poeta romántico.
En definitiva, que nada se mueva y volvamos al humor cruel, cainita, de los falsos juramentos y promesas, dice el humorista del barrio.
Flores de boda, promesas de trabajo, juramentos políticos y religiosos, todo acaba en la papelera, dice la dueña del bar. 

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