(lavanguardia.com)
Cuenta el politólogo del barrio, en en el bar:
Cae una tempestad sobre Barcelona. Llueve sobre mojado y cae la tormenta de la consulta sobre miles de paraguas frente a los Ayuntamientos de toda Catalunya. Miles de paraguas resistiendo bajo la tempestad, entre cánticos a la libertad, y unos jóvenes del Sindicat d'Estudiants repartiendo octavillas subversivas contra la suspensión cautelar de la Ley de Consultas y la prohibición de hacer propaganda, de hacer campaña a favor de la consulta, mientras otros acampaban como protesta frente a la Delegación del Gobierno en Catalunya.
Cae una tempestad sobre Barcelona. Llueve sobre mojado y cae la tormenta de la consulta sobre miles de paraguas frente a los Ayuntamientos de toda Catalunya. Miles de paraguas resistiendo bajo la tempestad, entre cánticos a la libertad, y unos jóvenes del Sindicat d'Estudiants repartiendo octavillas subversivas contra la suspensión cautelar de la Ley de Consultas y la prohibición de hacer propaganda, de hacer campaña a favor de la consulta, mientras otros acampaban como protesta frente a la Delegación del Gobierno en Catalunya.
Cuenta la nieta del anarquista:
Como en los viejos tiempos, dice mi abuelo, cuando la represión era el presente, la anormalidad de cada día, y la democracia era el futuro, la esperanza. Siempre habrá nostálgicos, dice mi abuelo, pero ahora, a diferencia de antes, ya no existe el gran silencio, y el cántico aumenta de volumen y se puede volver ensordecedor, como una música atronadora y pacífica, a pesar de las amenazas, a pesar de la "música amenazada".
Cuenta el poeta romántico del barrio:
Palabras y paraguas bajo la tormenta, y una "música amenazada".
Cuenta el humorista del barrio:
"No hay mal que por bien no venga", y otra de música, "amb postres de músic"!
Como en los viejos tiempos, dice mi abuelo, cuando la represión era el presente, la anormalidad de cada día, y la democracia era el futuro, la esperanza. Siempre habrá nostálgicos, dice mi abuelo, pero ahora, a diferencia de antes, ya no existe el gran silencio, y el cántico aumenta de volumen y se puede volver ensordecedor, como una música atronadora y pacífica, a pesar de las amenazas, a pesar de la "música amenazada".
Cuenta el poeta romántico del barrio:
Palabras y paraguas bajo la tormenta, y una "música amenazada".
Cuenta el humorista del barrio:
"No hay mal que por bien no venga", y otra de música, "amb postres de músic"!
11 comentarios:
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Marta Bosch Pujol: ¡Hola!
Acabo de firmar la petición "Generalitat de Catalunya:
Els catalans i les catalanes volem votar el #9n2014 #volemvotar
Segueix-me a Twitter: @Oriol_Franch (Oriol Franch Pavia)...
CHANGE.ORG
3 h ·
Jaime Lagarde: Esperemos que no se acabe convirtiendo en la acampada de los paraguas, al estilo Hong Kong. Entiendo poco de leyes: sólo que se pueden cambiar cuando el poder quiere. No sé por qué no quiere. Tal vez para aquilatar hasta donde puede tocar los testículos del personal.
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Còssima Cornadó
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J.m. Kastri
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Estela Besso
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Rafael Blanco: Es como una obra de teatro mala todo esto, ya me aburre!!
17 h · Me gusta
Es verdad, visto de lejos debe ser un tanto aburrido, pero aquí, en directo, hay una marcha que te c....
Ya está la insurrecta con sus insurrecciones (¿también secesionista?, vigila, que te pueden echar el guante).
Temblando estoy. Ahora vamos a catalanizar la cárcel "Modelo" y construiremos una biblioteca.
Catalanistas, anarquistas, masones, judíos, todos iguales, marcados por el resentimiento de los vencidos.
Lo que aquí es una fiesta legítima,
allá es una impotencia legalista.
A fuerza de marearnos, lo van a conseguir. Que voten de una puta vez, y que nos dejen en paz.
Gracias por la invitación. Votaremos (de un modo u otro). Disculpen las molestias, pero tenemos la ocasión de marear, y la aprovechamos: el fin justifica los medios, cuando son pacíficos, democráticos, de buenas maneras (como ven, seguimos mareando, pero es que esto es una fiesta de la democracia!)
¡A ver si te envío una jaula y cantas menos!
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