viernes, 26 de abril de 2013

VISIÓN DE LOS MUERTOS VIVIENTES Y SU POESÍA



Lejos del mundanal ruido, el día después del libro y la rosa, salen los poetas muertos de sus madrigueras, como muertos vivientes salen y ocupan las calles, las ciudades, las casas, rompen el silencio de la prosa burocrática, correcta, política, y hacen la revolución de los geranios de mil colores, más allá del límite de los claveles, las rosas y los intereses creados de la palabra escrita y su sombra, siempre alargada en busca del palacio y sus balcones y ventanas con flores..., 

muertos vivientes, los poetas, pero que no viven de la poesía, 
como todo el mundo sabe, sino que viven poética y peligrosamente en el doble filo del aire y al borde del abismo, indefensos, 
haciendo ya en vida experimentos con la muerte
(si exceptuamos, claro está, a aquellos poetas que tienen su peligro escondido, poetas dráculas a los que no puedes dar la espalda sin riesgo físico y poético de tu sangre y más muerte). 

12 comentarios:

el pobre hablador dijo...

Uno que es muerto viviente desde que empezó a escribir poesía, haciendo caso omiso de la experiencia paterna y materna, mis ascendientes, ambos poeta.

insurrecta dijo...

Desengañada, más que de poesías, de poetas maridos.

proxeneta de poetas (sin diferencia de género) dijo...

Elevemos la discusión y no caigamos en vulgaridades de la vida cotidiana. La poesía es una meretriz de alto postín, y no todos podemos acceder a sus favores.

exacadémico de la lengua atrofiada dijo...

Esto parece el club de los putos obscenos, más que poetas.

gigoló lírico dijo...

Sin insultos, caballero, que entre el clavel y la rosa su palabra es-coja

agente literaria del futuro e intergaláctica dijo...

Menos sátira, menos poesía y más narrativa, que sois todos unos resentidos y unos poca-ventas.

editor de poesía, post-mortem dijo...

¿Es que no se alimenta de la misma comida, herido por las mismas armas, sujeto a las mismas enfermedades,
curado por los mismos medios, calentado y enfriado por el mismo verano y por el mismo invierno que un cristiano?
Si nos pincháis, ¿no sangramos?
Si nos haceis cosquillas, ¿no nos reímos?,
Si nos envenenáis, ¿no nos morimos?
Y si nos ultrajáis, ¿no nos vengaremos?
Si nos parecemos en todo lo demás, nos pareceremos también en eso.

el bromista del barrio dijo...

Bien por Shylock, el editor, aunque sea demasiado tarde...

ermitaño que trabaja en un Banco dijo...

Prudencia, señores, prudencia, y paciencia, que es la madre de la ciencia y de los pobres poetas, que viven del aire, o, por mejor decir, con el culo al aire (en tanto que poetas).

vampiro y poeta dijo...

No me siento aludido en modo alguno.

la noche de los vampiros dijo...

Dime quién eres y te clavaré una estaca, como hacíamos en los cines de barrio.

estratega pacifista del poema dijo...

Con violencia no llegaremos al poema, quiero decir, a ninguna parte.
Que la sangre poética no llegue al río, o acabaremos todos como el poeta apaleado y asesinado, de Apollinaire.