LA DEUDA PÚBLICA EN EL PLANETA DE LOS SIMIOS

Hay una persona del barrio cuya máxima obsesión es no deber nada. Todo su vida ha trabajado para no deber nada a nadie. 
Ha dejado de hacer y de comprar muchas cosas para no quedarse endeudado. 
Y cuando ya vivía tranquilo, creyendo que se iría de este mundo sin deber nada a nadie, le informan desdes el Ministerio de Economía que le corresponde una parte alícuota, proporcional, de la deuda pública de 900.000.000.000 millones de euros que tiene su país. 
No sabe si lo ha calculado bien, pero dice que ha dividido los 900.000.000.000 millones de euros de la deuda pública por los 47.200.000 (más o menos) habitantes de su país, y le da un resultado de 19.068 euros de deuda por cabeza o per cápita, como dicen los ministros (se aceptan correcciones a la operación).

Horrorizado, dice que quiere fugarse de este país y desaparecer, no en un mar de deudas, sino en una isla donde no haya hombres ni mujeres con deudas pendientes, y vivir rodeado de árboles y pájaros y de monos auténticos que no tengan deuda pública ni privada.