sábado, 18 de septiembre de 2010
LA LOTERÍA DE LOS RESIDUOS, Y OTROS PREMIOS
elpaís.com
El Gobierno siembra la confusión sobre el destino del silo nuclear
En un día frenético, Sebastián comunica a las comunidades que el almacén nuclear va a ir a Zarra, en Valencia, y La Moncloa le desaira y retrasa sin fecha la elección
Éste es un caso extraño. Hoy los vecinos comentan y no paran sobre el extraño caso del hijo del tendero de frutas y verduras: parece ser que es visionario, como uno de sus familiares, y de tanto abrir y cerrar los ojos en busca del misterio, en busca de la transparencia de las cosas, ha perdido eventualmente el trabajo de oficinista y la razón. ¿Eventualmente? También es verdad, dicen, que estos últimos días se había empeñado demasiado en averiguar, por vía mística, iluminadora, dos cuestiones de rabiosa actualidad:
1. El laberinto de razones y opiniones de los sindicatos mayoritarios sobre huelgas, liberados y cintas de video.
2. Las opiniones contradictorias de los gobiernos central, autonómico y municipal sobre la lotería del "Depósito de residuos nucleares" en los pueblos de la variopinta España, como se decía antes.
¿Quién será el afortunado? Por vez primera en un juego de la lotería, con un premio de tanto alcance y tan bien dotado con millones de euros anuales, los posibles afortunados, hamletianos ibéricos, se preguntan:
¿Merece la pena ser el afortunado, es decir, que nuestro pueblo sea el agraciado con el primer premio de la lotería nuclear? ¿Saldremos ganando o perdiendo con los millones de euros? ¿Habrá que aceptar el premio o rechazarlo? ¿Y si otro, más astuto, se hace con el premio y los residuos, y el pueblo entonces se pone de moda con sus silos exóticos, de ciencia-ficción, y van todos los turistas a disfrutar de las vistas del cementerio nuclear rodeado de cipreses, chopos y encinas?
Dicen que ha sido de este modo, buscando una visión clara, sintética, de ambos asuntos trascendentales -el sindical y el de residuos nucleares-, e intentando dilucidar los pros y contras políticos, científicos, provinciales y sindicales, cómo el hijo del tendero ha caído en el deterioro físico y ha perdido eventualmente el trabajo y la razón.
(Por cierto, no es verdad que trabajara en un Banco, como afirman algunos: él llevaba las cuentas de una empresa de electrodomésticos, radio y TV).
El suplente del cronista
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8 comentarios:
Estamos ya, hace tiempo, en el Planeta de los Simios.
La Mona Chita
Cuánta historia de las civilizaciones y de la cultura, para acabar así, entre guerras, estafas económicas, paro, terrorismo y cementerios nucleares, ahora llamados silos.
Exjugador de loterías
Coge el dinero y corre, conejo, corre.
Homenaje a John Updike y Woody Allen
Viaje al fondo del Mar, Viaje a Neptuno y otros planetas, y olvídese de la Tierra (precios económicos, no se acepta tarjeta de crédito).
Empresa del Descrédito
O "El descrèdit de la realitat", el título del libro de Joan Fuster.
Insurrecta
El descrédito del héroe, escribía Caballero Bonald. Y ahora podríamos decir, también, el descrédito del político, el descrédito del economista, el descrédito del banquero, el descrédito de la iglesia, el descrédito del profeta, el descrédito del periodista, el descrédito universitario, el descrédito del editor, el descrédito del novelista, el descrédito del poeta, el descrédito del galerista, el descrédito del pintor.
Ciudadano desacreditado
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