jueves, 15 de julio de 2010

LAURA PÉREZ VERNETTI, DIBUJANTE DE CÓMICS, ILUSTRADORA Y FOTÓGRAFA

El País, 15.7.2010















Laura Pérez Vernetti, con esta ilustración al relato de Soledad Puértolas, inicia la serie de dibujos para los relatos, veraniegos y refrescantes, que irán apareciendo en el diario "El País" esta temporada.

El suplente del cronista

3 comentarios:

albert tugues dijo...

Muy interesantes los dibujos de Laura Pérez Vernetti que ilustran los relatos de verano del diario "El País". Sé que esta autora tiene varios estilos, según sea el tema o guión a ilustrar: orientalizante, cuando se trata de relatos eróticos como "Las mil y una noches"; expresionista, cuando dibuja historias policíacas, o relatos de Borges, Maupassant, o guiones de Hernández Cava, Lo Duca, etc. Tiene una novela gráfica dedicada al cantaor "Macandé", un cantaor real que vivió siempre entre la miseria y la locura, unos dibujos de una honda fuerza expresiva, desgarradores como el cante jondo de Gabriel Macandé.

Coleccionista de cómics y cantares

albert tugues dijo...

"Macandé".
Sobrenombre de Gabriel Díaz Fernández. Nacido en Cádiz en 1897 y fallecido en 1947. Cantaor y vendedor ambulante que hizo famosos sus pregones y fandangos artísticos.

Cantaor de personalidad anormal, de pequeño vendía caramelos. En ocasiones cantaba con un caramelo en la boca. Siempre al borde la locura, se casó con una muda, teniendo varios hijos todos mudos, lo que acabó de trastornarlo. Macandé quiere decir, precisamente, loco, chalado, y en este sentido lo utilizan los gitanos extremeños. En 1935 ingresó en el manicomio de Cádiz, donde recibía las visitas de amigos cantaores, como Manolo Caracol.

de Wikipedia

albert tugues dijo...

MACANDE.

FRANCISCO GABRIEL DÍAZ FERNÁNDEZ, cantaor gitano, más conocido en el mundo del cante flamenco con el nombre artístico de MACANDE, nació en Cádiz, en el año 1897, y murió en el manicomio de Cádiz en el año 1947, empezó desde muy pequeño vendiendo caramelos, y creo un pregón tan personal que fue único, en el que mentaba a los toreros. Pericón de Cádiz contaba en uno de sus comentarios, que con este pregón por asturianas tenía a todo Cádiz loco, y por cualquier sitio que iba siempre llevaba detrás más de treinta o cuarenta personas ná más que por oírlo cantar.

Los fandangos de Macandé tan personales dejaron una escuela muy bonita dentro de nuestra historia del cante flamenco. Esta letra por Fandango, de Macandé, cantada por muchos grandes maestros del cante, quedó en la historia:

"Los besos que se compran con el dinero
no son besos de verdá,
que los besos verdaderos
son los que una madre da,
que esos no cuestan dinero".

Se cuenta que cantaba algunas de las veces con un caramelo en la boca. Los caramelos los liaba con cromos de toreros, pero a veces cambiaba y utilizaba cromos de futbolistas, en cuyo caso "el pregón de los toreros conservaba sus tonos asturianos de la primera parte, y el de los jugadores lo hacía por bulerías, aunque igual cambiaba los tercios. Su pregón no fue fijo: lo creaba y recreaba cada día según la inspiración del momento" (Eugenio Cobo).

Macandé fue un ser patético, siempre al borde de la locura; para mayor desgracia se casó con una mujer muda y tuvieron dos o tres chiquillos, todos mudos, lo que acabó de trastornarlo.

Fue ingresado en 1935 en el Manicomio de Cádiz, hasta su muerte. Allí iban a verlo cantaores y amigos, como Caracol, quien fue muchas veces y lloraba oyéndole cantar sus fandangos; después algunas cosas del cante de Macandé las incorporó él a sus propios cantes. Un fandango, el de Macandé, de gran dificultad de ejecución, de trenos largos y estremecedores, angustiado. También cantó saetas, y nunca quiso cobrar por ello.

www.elartedevivirelflamenco.com