Francesc Blanes, Ilustraciones
Me daría de comer, conocía a un tocinero, me haría tragar el alma con mortadela.*
Samuel Beckett
SE CUENTA EN EL BARRIO EL CUENTO DEL GASTO REAL
Hay que recortar el gasto real porque unos han gastado realmente demasiado, hay que reducir el gasto porque unos han vivido por encima de sus posibilidades, mientras otros gastaban cada vez menos, y otros, muchos otros, apenas gastaban nada.
Pero hay que recortar el gasto alegre y olé e invertir menos en lo necesario**, lo dicen, lo anuncian todos, todos los que mandan más y gastan demasiado recomiendan ahora que hay que gastar menos, mucho menos, apenas nada, porque unos han gastado demasiado mientras otros no se enteraban y gastaban cada vez menos, y otros muchos apenas gastaban nada.
Anuncian y es profecía, pues, que hay que recortar el gasto real, de modo que los que gastaban realmente poco, perforen otro agujero en el cinturón, se lo aprieten bien, a conciencia, y apenas gasten realmente nada.
*Del libro Textos para nada. El título de hoy, Es la mano del escribiente..., es también una frase de este libro, traducido por Ana María Moix, que inserta en el mismo un villancico, Pajarraco que no canta, algo tiene en la garganta, a modo de prólogo dedicado a Samuel Beckett.
**Nota. Añádase "e innecesario" donde pone "necesario", después de escuchar las nuevas medidas económicas del gobierno. Rectificar es...
El suplente del cronista
11 comentarios:
Tengo una curiosidad, y lo pregunto por si alguien sabe responderme:
¿Quién corrió con los gastos de la última cena?
Intrigada
Si te refieres a la última cena cristiana, a La Última Cena de Jesucristo con los apóstoles, es de suponer que el gasto fue poco, y el pan y el vino fue aportado por todos los que estaban en la cena. Pero si a lo que te refieres es a la última cena de los políticos, sólo hay que girar las frases, ponerlas del revés, y dirán así: Es de suponer que el gasto fue mucho, y el pan y el vino, entre otros manjares, fue aportado por los que no estaban en la cena.
Enigmatista
Parece ser que Oscar Wilde, ya gravemente enfermo, brindó con champán y dijo: "Señores, muero por encima de mis posibilidades".
Lapidario
"Tragar el alma con mortadela". Expresionista. Me gusta. Bocadillo espiritista.
Espiritista aficionado
Y hablando ahora más en serio, no me parecen mal las medidas del recorte del gasto anunciadas hoy por Zapatero. Claro que yo no soy funcionario ni pensionista que cobra más del mínimo. Y también me parece bien el nuevo envasado para los medicamentos: que la cantidad del medicamento se ajuste a lo que es necesario tomar y no se malgasten cápsulas y pastillas. Creo que el gobierno esta vez ha acertado con las medidas para el reajuste económico. Siempre que se apliquen. Pero no siempre llueve a gusto de todos...
Un lector
Hay que proteger a los que viven peor, y reducir algo a los que viven mejor. Es un principio de justicia social. No siempre podemos aumentar más el nivel de vida de lo que viven mejor, y no siempre vamos a rebajar más el nivel de vida de los más débiles, de los que viven peor. He escuchado las nueves medidas económicas del gobierno y, de momento, estoy de acuerdo con ellas, pero que se apliquen de verdad.
Oficinista contable
No soy simpatizante de ningún partido político, pero creo que esta vez Zapatero ha reaccionado bien, aunque tarde y obligado por las circunstancias nacionales e internacionales. Hay que recortar por arriba y no por abajo. Gasto público, funcionarios, pensiones elevadas, derroche de medicamentos, gasto público en inversiones que pueden esperar, etc.
Inconformista
No sé, ya veremos. No creo que los sindicatos de los funcionarios acepten el recorte, ni los pensionistas que cobran más, ni los laboratorios farmacéuticos, y en cuanto al cheque bebé... (una tontería desde el principio, puesto que hay que ayudar a las familias que realmente lo necesiten). ¿Para qué un cheque bebé a una familia de alto poder adquisitivo, para qué tanto medicamento gratuito, tantas pensiones elevadas a las familias de más posibles, a los más ricos?
La recaudación de impuestos y su inversión debe servir para equilibrar los desajustes sociales, y no para ayudar a todos por igual, ricos y pobres. Son las clases débiles las que necesitan más ayuda. Los ricos ya saben defenderse solos, y tampoco ha de saberles mal ganar un poco menos durante un tiempo (perdonen la broma).
Socialdemócrata
Los que tenemos más deberíamos de sentirnos orgullosos de poder colaborar para que haya una mayor justicia social. Gastar menos en caprichos, para que otros puedan adquirir lo que necesitan para sobrevivir. El problema es que, cuanto más tenemos, más queremos y más necesitamos, y nos olvidamos del desequilibrio económico y social que esta dinámica del consumo produce. Insatisfacción y poco sentido común. Y al final, la ruina de todos. El economista Keynes ya advertía de la necesidad de la intervención pública, del reajuste económico-social a través de los gobiernos, cuando se desequilibra la sociedad y crece el índice de pobreza.
Analista
Ya se ve que no son funcionarios ni madres de bebés. Si no, otro gallo cantaría...
Farmacéutica
Lo que falta es más solidaridad general y menos corporativismo (de funcionarios, madres, farmacéuticos, alto-pensionistas, y otros).
Utópico
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