sábado, 20 de marzo de 2010

IMITANDO A BORGES














¿Podríamos decir -imitando a Borges- que también Gogol era kafkiano antes de Kafka?
Gogol también prefigura a Kafka, con su sentido del humor del absurdo, como ya lo hiciera Melville con su personaje Bartleby.
Todos kafkianos. Todos somos Kafka, como dice el título de un libro de Nuria Amat.
Curiosamente, este humor del absurdo también se puede apreciar en otros autores rusos, por ejemplo en El doble, de Dostoievski, en algunos cuentos de Chejov, en El maestro y Margarita, de Bulgakov, en Petersburgo, de Andrei Biely, en Pnin, de Nabokov, etc.

Dos fragmentos de Almas muertas, de Gogol:

Chichikov se inclinó agradecido. Al enterarse de que iba a la cámara para legalizar la compra, Manilov manifestó que estaba dispuesto a acompañarlo. Los amigos se cogieron del brazo, se fueron juntos. A cada pequeña elevación de terreno, montículo o escalón, Manilov sostenía a Chichikov, casi lo levantaba en vilo, diciendo con sonrisa amable que él no podía consentir que Paviel Ivanovich se lastimase los piececitos. Chichikov se avergonzaba y no sabía cómo agradecérselo, pues se daba cuenta de que pesaba bastante. Ayudándose así mutuamente, llegaron por fin a la plaza donde se hallaban las oficinas públicas (...).
Los dos amigos subieron corriendo la escalera, pues Chichikov, para evitar que le sostuviera Manilov, apresuraba el paso, mientras que Manilov, por su parte, corría tratando de impedir que Chichikov se cansara, por lo cual ambos estaban sofocadísimos cuando entraron en un oscuro pasillo.

El suplente del cronista

3 comentarios:

albert tugues dijo...

Aquí también, en Gogol, está presente el humor del absurdo, ese sentido tragicómico de muchas situaciones humanas, que Franz Kafka supo captar tan bien.

De profesión, Cómico

Nadal dijo...

Estaba cerrada la verja y resiguiendo el perimetro amurallado, pudimos alcanzar aquel lugar que se había desmoronado.
Nos fue fácil penetrar, trepando sobre los cascotes amontonados, y una vez dentro, cuando nos hubimos recuperado del esfuerzo, se hizo evidente que aquel tampoco era el tiempo buscado.
Desconcertados y angustiados, nos dispersamos en todas direcciones, hasta que la oscuridad de la noche, nos volvió a reunir junto a una raquitica hogera que apenas nos protegía de nuestra febril melancolía.

AT dijo...

Nadal nos envía un texto narrativo, que más bien parece un acertijo. ¿Se trata de un texto propio? ¿O es acaso el fragmento de otro autor ruso? Todos los detectives literarios de la comunidad se han puesto en marcha para resolver este singular caso.

Sección de Cultura de la Pensión Ulises