jueves, 4 de febrero de 2010

"EL EXTERMINADOR DE PALOMAS" (PRECIOS A CONVENIR)

Fotografía: Ollé, El gato y yo























CARTEL PEGADO A UN ÁRBOL DEL BARRIO:

"Ofrecemos servicio de exterminio de palomas (precios a convenir, máxima garantía), exterminio ejecutado en tres plazos (veneno, cuellos torcidos e incineración del bicho) por nuestros especialistas que, siguiendo las directrices municipales, se han convertido en los más responsables y eficaces de nuestros asesinos en serie de palomas.

Ejecutores pragmáticos, solventes, que no tendrán en cuenta la paloma de Picasso ni el malsano capricho burgués de las palomas en los años veinte, treinta, cuarenta y cincuenta del siglo XX, cuando nuestros padres irresponsables nos llevaban a la Plaza de Catalunya a dar de comer a las palomas.
Además, como nos han informado desde altas instancias, si la ciudad está sucia y prostituida es sólo por culpa de las palomas y no de los ciudadanos incívicos.

Cuando nos cansamos de jugar con los animales, hacemos bien en abandonarlos a su suerte, ponerlos enfermos y luego exterminarlos para que no nos contagien la enfermedad que nosotros les hemos contagiado: el abandono.
Muerte a las palomas, pues, y ahórrese una multa por infracción cívica al darles de comer -y esperemos que a los ecologistas no le dé por defenderlas o cambiarlas de medio ambiente, pero mejor no dar ideas costosas y menos prácticas que el exterminio propiamente dicho."

Exterminadores de Palomas, S.A.

3 comentarios:

albert tugues dijo...

Cada año, a primeros de año, empieza la cacería de palomas en Barcelona, y aparecen envenenadas por aceras y portales. Dicen que transmiten enfermedades, ¡pues anda que las ratas y los escarabajos enormes que merodean, sobre todo en verano, por las casas de nuestra querida ciudad!

albert tugues dijo...

Y los seres humanos, ¿no transmiten también enfermedades? Creía que el exterminio ya no existía, ni de seres humanos ni de animales ni de árboles, que no paran de cortarlos. Y decimos que somos ecologistas...

Postecologista

albert tugues dijo...

Preciosa fotografía: el encanto, la magia de la imagen. Verla da esperanza al ser humano. No todo está perdido.

Un fotógrafo de la ciudad