Y ahora sólo nos queda ya por celebrar la epifanía, la llegada de los Reyes Magos a los portales, cuando había portales, a los balcones, cuando había balcones. Son los Reyes Magos, de barba blanca, rubia y negra, que vienen de otros mundos, con obsequios de oro, incienso y mirra (si mi ilusión gastada no recuerda mal).
Son los Reyes Magos que hacen ofrenda, que ofrecen lo suyo y no expolian lo ajeno, son los Reyes Magos de otro mundo.
El becario de Navidad
2 comentarios:
Hay Reyes (los mágicos) y reyes (los de la tierra). Los primeros tienen sentido, sobre todo en el dominio de la imaginación. Los otros, una antigualla, pero cotizada a precio de oro.
Lo dicho, hay Reyes y reyes.
Un artista de circo republicano
Imaginar no cuesta dinero (a lo sumo, unos cuantos regalos para la familia, para los niños).
Los otros reyes son los "realmente" costosos, y toda la burocracia que es menester para mantenerlos, además de mantener a los presidentes, vicepresidentes, ministros, diputados nacionales y autonómicos, senadores, jueces, fiscales, ejército, policía, etc.
Una selva burocrática.
Walden Ausiàs March
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