Fotografía: Matilda Sagan, La mirada
3.000.000 de damnificados en Haití, 100.000 muertos o más, heridos, sepultados sin poder ser rescatados... Cifras y cifras.
Aviones, helicópteros, barcos, ejércitos, bomberos, ya todos van para allá obedeciendo las órdenes de los jefes de gobierno, que justamente a esta hora han recordado que existe Haití, aunque ya no es tiempo de vacaciones exóticas, tropicales.
Bien, si no pierden el tiempo en nuevas discusiones sobre quién manda y organiza mejor la situación, el caos, seguramente llegarán a tiempo de accionar grúas, salvar gente sepultada, curar a los heridos y enterrar a los muertos (¿habrá suficiente tierra para enterrar tanta muerte y miseria).
Recuperar y curar a los vivos para que, en el presente y en el futuro, sigan viviendo en medio de tanto desastre.
Reconstruir el palacio presidencial, algunos bloques de casas para funcionarios, y la nueva edificación de miles y miles de barracas y chabolas sin agua corriente ni electricidad. Y hasta la próxima catástrofe de este u otro país tercermundista, adonde volveremos con nuestros ejércitos de salvación, medicinas, alimentos, cuentas corrientes, es decir, con nuestra ayuda humanitaria de primer orden. Como siempre.
El suplente del cronista
7 comentarios:
Ahí va el ejército de salvación. Cuando lleguen, estarán todos muertos.
Un cooperante decepcionado
Se trata de llegar y hacerse la foto universal. Luego, que lo distribuya todo quien pueda, y adiós.
Una vecina de la pensión
Una vergüenza. Aviones, barcos, ejércitos, y ahora no saben cómo distribuir los medicamentos, los alimentos. Si estas cosas las hicieran antes, en tiempos de paz, antes de la tragedia...
Avergonzado
Con lo que despreciamos y tiramos en Occidente, podrían vivir en esos países pobres. Un horror, señores demócratas y antidemócratas populistas, que siempre llegan tarde y mal, cuando llegan. Lo importantes es salir en la foto como salvador.
Una indignada
Habrá que reeditar las obras de Marx y Engels, y volverlas a leer, pero evitando las malas lecciones de los Lenin, Stalin, Fidel Castro y Mao, entre otros profesores de la dictadura. Este neocapitalismo hace agua por todas partes, y aquí no hay nadie realmente interesado en enriquecer a los países pobres, ni Obama ni nadie. Puro cuento.
Neomarxista siglo XXI
Creo que no son necesarios nuevos seminarios sobre marxismo y dictadura del proletariado. No hay que volver al pasado, a los siglos XIX y XX, de tan mal recuerdo y tan sangientos. Se trata de ser prácticos y distribuir mejor la riqueza, para evitar las injusticias y las catástrofes naturales y no naturales. Pragmáticos. Dignidad humana.
Pragmático
Un chiste de El Roto, en el diario El País, muestra las favelas, barracas o chabolas de Haití como invisibles antes de la catástrofe. Y ahora, en cuanto todos estén muertos, volveremos a reconstruir las chabolas, barracas o favelas. Un gran cementerio de fosas comunes.
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