jueves, 23 de abril de 2009

RECORDANDO A TERENCI MOIX

Revista Jano, nº. 366 (1979)



Era siempre al día siguiente.

Habíamos ido al Cine de barrio a ver dos películas, Peter Pan y Murieron con las botas puestas, y al día siguiente ya imitábamos las principales escenas de acción por calles y plazas.

La Rambla hacía de frontera. A la izquierda, subiendo por la Rambla, estaba la pandilla formada por Manuel Vázquez Montalbán (observándolo todo desde el balcón antes de bajar a la calle)..., Amadeu Petitbó, ya de niño haciendo cálculos económicos (sería presidente del "Tribunal de la Competencia")..., y Gabriel Moreras con los riesgos y siniestros propios del barrio (luego dirigiría las Compañías de Seguros "La Suiza" y "Winterthur")... Y más allá, Josep Mª. Benet i Jornet con sus personajes tristes en busca de autor..., y Terenci Moix, inventando ya historias de ciudad y nuevas aventuras exóticas, con su colección de cromos y programas de cine bien atados con una goma elástica..., y Ana María Moix con sus tebeos y cuentos (unos troquelados, otros no, y algunos cromos repetidos entre las páginas)..., y Maruja Torres, con un ejemplar de la revista-tebeo la Florita en la mano.

Ellos tenían sus Cines de barrio: Rondas, Argentina, Céntrico, Diana, Español, Hora, Unión, Barcelona, Edén, etc. Al otro lado, a la derecha, estaba la plaza Real, el Jamboree, y los niños de otra pandilla que tenían otros Cines: Castilla, Alarcón, Princesa, Palacio del Cinema. En los límites, en la frontera de los dos barrios, brillaban con luz propia, de cartón pintado: el Capitol y sus fabulosos carteles, también llamado "Can pistolas", el Cine-teatro Poliorama, el Cine Mar, el Ramblas, los maravillosos semi-estrenos del Principal Palacio, el mítico Cine Latino y su ambiente de bajos fondos (frente a la calle Escudellers y el bar el "Cosmos", estaba situado en un sótano, al otro lado del portal donde había otro sótano que era una sala de billares y futbolines), con rateros, pederastas (entonces les decían otro nombre), mutilados y desertores de guerra, desocupados y niños que hacían "campana" escolar).
De vez en cuando, algunos, solos, sin los padres, nos arriesgábamos y cruzábamos la Rambla, y nos mezclábamos con los niños y las niñas del otro barrio por Calles, Plazas, Atracciones y Cines.

at, desde otra pensión, la "Pensión Ulises"

1 comentario:

albert tugues dijo...

Sin duda, es Terenci Moix quien introduce la cultura "pop" en la literatura catalana, el estilo ya plenamente moderno, revolucionándola, modernizándola. Cine, cómics, cromos, callejuelas, aspiraciones de chicos y chicas de barrio al estrellato, al escenario de las letras y el arte, fracasos y derrotas. Lo consiguió con su literatura al unir su sensibilidad por lo popular con el conocimiento de la mejor literatura del siglo XX. Su literatura es un collage popular y culto a la vez. Pero habrá de pasar un tiempo hasta que la crítica lo reconozca como un pionero de la literatura catalana moderna. Algunos ignoran aún que en las obras de Terenci Moix hay fragmentos de una fuerza narrativa y poética que ya quisieran para sí muchos poetas. Es verdad que también tiene algunas obras más flojas, escritas con más urgencia, pero ¿quién es el guapo que se resiste a la tentacion del éxito que vive arriba? El tiempo lo cribará todo, y relucirán las pepitas de oro que Terenci Moix descubríó en el río de la vida, en los arroyuelos de su barrio y más allá.

Otro lector de Terenci