martes, 17 de marzo de 2009

EL COMPROMISO

Ilustraciones de los Cuentos de Calleja

No sé si es apropiado que me dirija a ustedes, pero me ha parecido que en esta pensión, aparte de tratar temas literarios con gran sentido del humor (exceptuando algunas disertaciones profesorales), entre veras y bromas se van diciendo muchas cosas que en otros ámbitos no suelen decirse, ni permiten la participación a todo tipo de personajes y cuestiones, sin previa censura. Es de agradecer; esto es lo que finalmente me ha decidido a escribirles.

Mi tío Jacinto falleció hará un par de años Entre sus escasas pertenencias, pues vivía solo, heredamos el pequeño baúl donde guardaba sus escritos; un sin fin de cuadernillos cosidos a mano e ilustrados por él mismo. Mi tío Jacinto, además de ser un cuentista, en el buen sentido de la palabra, también era un gran dibujante, y aún siendo autodidacta dominaba con soltura y destreza ambas disciplinas, escritura y dibujo. Menos mal que a mi tío Jacinto no le dio por la poesía, pues en esta pensión veo que los poetas no quedan muy bien parados.

Durante estos dos últimos años he realizado innumerables e infructuosas gestiones para editar los cuentos de mi tío Jacinto, enviando cuadernillos aquí y allá, a agentes literarios, editoriales, revistas y premios, pero todo ha sido en balde, un auténtico fracaso, nadie me ha contestado, y la única editorial que se dignó hacerlo me devolvió el manuscrito lleno de notas al margen, con frases corregidas, tachaduras y algún que otro comentario de mal gusto, escatológico. También he mirado las posibilidades por internet o las mil y una posibilidades de la auto-edición, edición digital, etc. Pero la verdad es que yo deseo otra cosa para los cuentos de mi tío Jacinto. Me gustaría una edición más cuidada, con buena textura de papel, amplios márgenes, letra grande, una encuadernación bonita y práctica, y una edición acompañada de una buena distribución que llegase a toda la Península y allende los mares, y a ser posible recibir algunos derechos de autor, etc.

Me siento con el deber moral de dar a la luz sus cuentos y dibujos, y es por eso que, como último intento, me dirijo a todos ustedes por si, entre tanto pensionista literato, hubiera alguien que pudiera indicarme alguna “pequeña editorial” de confianza, pues me han hablado muy bien de ellas y según parece tienen un trato especial y personal con cada uno de los autores, mimando y cuidando no sólo al autor, sino también a su obra. Y eso es de agradecer.

Haber si de una vez por todas hay suerte y puedo finalmente publicar los cuentos de mi tío Jacinto.

Les estaría muy, pero que muy agradecida si me enviasen toda clase de información.

Una sobrina en deuda

1 comentario:

Nadal dijo...

Por pedir que no quede,pase lo de la edición cuidada pero lo de la buena distribución en la Peninsula y allende los mares,muy dificil y lo de los derechos de autor ni soñarlo.
Una posibilidad es que hagas fotocopias y preguntes a Muñequita Linda por alguien que sepa encuadernación,yo creo que conocerá alguien del barrio.
Lo de que los poetas salen mal parados se lo ganan a pulso,te cuento:La filosofía cuando intenta investigar la trascendencia sufre un estrepitoso fracaso y solo algunos se salen,a base de hacer poesia.Porque la trascendencia es tema exclusivo de poetas,pero a estos,a la mayoría les da repelus y luego pasa lo que pasa.