martes, 30 de diciembre de 2025

INICIACIÓN

 Foto: J.X.

Ya de niño fue iniciado

en la ambigua prostitución,

con miradas, tocamientos

y palabras

de hombres, mujeres y pederastas.

No contaremos nada más,

salvo el dolor.

Decirlo,

el escueto dolor,

sin contarlo.

Hasta que,

en uno de los caminos de perdición,

encontró un atajo solitario,

sin hombres, ni mujeres, ni pederastas.

Un atajo abrupto donde expiar

su inocencia corrompida.

Expiación del dolor.

Sin dioses ni demonios,

ni otros seres inventados.

La expiación del dolor

de una inocencia

extraviada

ya en el principio,

en el inicio del camino.

Por donde,

desde un atajo escarpado,

baja la sangre de la inocencia,

la sangre de la culpa,

la sangre del amor,

invocando a la novia

que se levantó de la cama,

abrió la puerta de la habitación,

salió del Hospital,

y jamás regresó.


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