jueves, 26 de noviembre de 2020

EL TRAPO DEL POLVO (“EL DRAP DE LA POLS”)

 Foto: J.X.

En esta ocasión, no lleva el trapo del polvo como amuleto. Se lo ha dejado en casa, colgado de la pared.

Así no puede conjurar el polvo de las profundidades de la tierra y el cielo para que no se le confundan los caminos. Se pierde, se extravía otra vez por un camino de perdición que no conduce a ninguna parte.

Tampoco hay nadie a quien preguntar: ¿Dónde hay una salida, o una entrada al bosque de los espíritus?

Si llevara el trapo del polvo todo sería distinto. Desde que fue a limpiar el polvo de la lápida, se impregnó en sus costuras un resto de polvo de la novia muerta, que ahora le podría iluminar y le indicaría cómo salir de este camino y entrar en otro. Un camino nuevo que le salve de esa esclavitud de la confusión y del dominio de la ausencia.

El trapo para sacar el polvo al desconsuelo.

El drap de la pols per netejar el desconhort.

2 comentarios:

lectora de la Vall dijo...

Un relat ple de tendresa i imaginació.

insurrecta de las palabras dijo...

Encontrar otro trapo del polvo que, al desviarse, se acerque más al aroma de la novia muerta, es una suerte que no siempre se consigue.