jueves, 3 de septiembre de 2020

PUNTOS DÉBILES


Foto: J.X.

¿Hasta dónde llegarán...?
¿Hasta dónde alcanzarán...?
¿Acertarán al disparar?
Es verdad que tenía demasiados puntos débiles en el cuerpo, y en el alma todavía más.
Por mucho que disimulara por las calles, por mucho que se evadiera de los caminos, tarde o temprano le alcanzarían y darían en el blanco.
Tenía demasiados puntos débiles.
Arrastra los pies, su alma va rasando el suelo como si barriera las calles sucias de la ciudad, y levanta el polvo de atajos y senderos por donde es inútil huir.
De ven en cuando, encuentra en el camino ramas y flores que lo empujan hacia arriba, como si recibiera un golpe de aroma y de viento favorable.
Sigue..., sigue... ascendiendo, dando giros y vueltas, bajando y subiendo otra vez.
Pero es en vano.
Aciertan, cae abatido.
Tenía demasiados puntos débiles.
Llevaba dentro los restos de la novia muerta, que fue abatida tiempo atrás por los perseguidores de los puntos débiles.
Quien rastree las huellas de las calles, senderos y atajos, hallará una flor marchita, pero viva, en cada huella.

1 comentario:

una lectora del barrio dijo...


Un relato sorprendente entre buenos y malos augurios que no sabes si acaba bien o mal, según como se mire...