Viñeta: El Roto (elpais.com)
En
esta viñeta de El Roto hay un pequeño detalle que me sorprende, ¡a
ver quién lo adivina!, dice la hermana del informático.
¿Que la diferencia de clases ya no la marca el hecho de que vayas o no en taxi?, pregunta la vidente del barrio.
¿Que la diferencia de clases ya no la marca el hecho de que vayas o no en taxi?, pregunta la vidente del barrio.
Porque
el taxi ya no es un lujo, aunque sea mucho más caro que el metro y
el autobús, responde la dueña del bar.
Todos,
cuando hay alguna urgencia, recurrimos al taxi, responde la sobrina
de la peluquera.
Eso
no te convierte en un ser de clase superior, en una potentada, como
parece sugerir la señora del taxi en la viñeta, apunta el
periodista en paro.
Para
mí no hay ninguna incongruencia, y me gusta el dibujo y el texto de
la viñeta, indica el politólogo del barrio.
A
mí también: la señora se parece a mi abuela y el taxista a su
novio actual, bromea la hija de la bibliotecaria.
Tampoco
hay que acertar del todo, siempre, cada día, ¡si yo les contara!,
exclama el humorista.
Lo
mismo acontece con los poemas, que las musas, ¡vaya con las musas!,
¡déjalas ir, que tienen cada cosa!, comenta el poeta romántico del
barrio.
Usted
siempre a los suyo, replica el periodista en paro.
¡Oído,
marchando, otra de berberechos con viñeta, digo, con vinagreta!,
anuncia la dueña del bar.
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