domingo, 20 de mayo de 2018

UN PISO HIPOTECADO, NO ES UN PISO TUYO, COMENTAN EN EL BAR



Un piso cualquiera en Barcelona o en Madrid vale unos 300.000 euros o más, informa la sobrina de la peluquera.
¿Un chalet de 600.000, no en un barrio residencial de Madrid o Barcelona, como tienen otros conocidos políticos, sino a 40 km. de Madrid, ambos apoyados por sus dos familias para conseguir la hipoteca? ¿Esto escandaliza tanto?, apunta la vidente del barrio.
Son dos comunistas y deberían dar ejemplo de austeridad, replica la cuñada del dentista.
Claro que sí, que sean consecuentes, ratifica la vecina taxista.
Como los reyes, papas, cardenales, arzobispos y obispos, que lo son por derecho divino y viven en la pobreza, satiriza el periodista en paro.
Derechistas, pseudosocialistas y otros vivales, políticos o no, viven en barrios residenciales, pero ¿los comunistas y anticapitalistas tienen que dar ejemplo y vivir en barracas?, protesta la nieta del anarquista.
"En concreto, la hipoteca asciende a 540.000 euros y supone una cuota mensual de 1.600 euros durante los próximos 30 años, por lo que cada uno pagará 800. Iglesias y Montero subrayan en su comunicado que es una adquisición que se pueden “permitir” gracias a sus respectivos sueldos que cobran como parlamentarios en el Congreso", lee la hermana del informático en lavanguardia.com.
Un piso hipotecado, no puedes decir que sea realmente tuyo, de propiedad, hasta que hayan pasado 30 o 40 años y lo hayas pagado todo, dice la dueña del bar.
Si no pagas, te desahucian y punto, ¡a la puta calle!, advierte el humorista.
Mi hermana y mi cuñado se quedaron sin trabajo y no pudieron pagar: fueron desalojados como delincuentes y se quedaron sin el piso de 300.000 euros; además, perdieron todo lo que habían pagado a lo largo de los años, explica el poeta romántico del barrio.
Ambos, los de Podemos, declaran que si no los quieren en su partido, dimiten, apunta la hija de la bibliotecaria.
Ojalá todos los políticos se atrevieran a consultar estas cosas domésticas, personales, a las bases de sus respectivos partidos, comenta el politólogo del barrio.


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