Aurora
Bertrana, una escritora que está siendo recuperada del olvido (hija
del escritor Prudenci Bertrana).
Escribió
magníficos relatos de viajes a la Polinesia francesa, Tahití,
Marruecos; novelas y unas memorias, extraordinarias, en todos los
sentidos: como obra literaria y como testimonio de los
enfrentamientos brutales, de las sangrientas represiones políticas
de aquella época: guerras europeas, guerra civil española,
republicanos españoles derrotados, perseguidos, republicanos
catalanes vencidos, perseguidos, desterrados, confinados casi todos
en miserables campos de concentración en Francia, etc.
Postguerra,
presidio, enfermedad, muerte. Sobreviviendo a duras penas los de
aquí, en un exilio interior cruel; y los de allá, arrastrándose de
un país a otro, errantes, buscándose la vida en un exilio
interminable, pasando fríos terribles, un hambre atroz.
El
frío y el hambre atroz de cada día, como cuenta la misma autora,
Aurora Bertrana, mediante una prosa que es, a la vez, literatura
sublime, delicada pero irónica, y testimonio vivo de contradicciones
vitales y sociales, de crueldades y debilidades humanas.
Una escritora necesaria, a la que hay que leer, imprescindible, absolutamente
recomendable.
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