Los
poetas catalanes que escriben en catalán cabalgan al galope de un
evento a otro, de una presentación a otra, corren y saltan de una
lectura a otra, con fuerza: saltando obstáculos, equilibristas; con
ingenio, funambulistas, comenta la nieta del anarquista.
Por
otro lado, los poetas catalanes que escriben en castellano, ¿han
descabalgado y ya no cabalgan ni al trote siquiera, ni corren como
antaño?, pregunta la vidente del barrio.
Y los que escriben
poesía en catalán y cuentos en castellano, ¿por dónde galopan al
viento o cabalgan al trote, o simplemente saltan alguna que otra
valla, atletas?, pregunta el humorista.Oiga, no estamos lejos, aquí mismo, en el puente resquebrajado, haciendo de saltimbanquis, contesta el poeta romántico del barrio.
Lo
importante es moverse, hacer ejercicio físico y poético, y si hay
tendinitis, pues nada, al masajista, recomienda la vidente.
"Poeta, contamos contigo", le decía mi madre a uno de sus novios, que era cantautor, apunta la hija de la bibliotecaria, siempre con la risa a punto.
¡Marchando, pues, cerveza y una de calamares, y con descuento, por la poesía!, anuncia la dueña del bar.
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