NUEVA EDICIÓN DEL POEMA ÉPICO DEL BARÇA, Y OTRAS HISTORIAS MENOS EDIFICANTES

BARÇA, BARÇA, BARÇA!, campeón de liga, gritan en el bar.

Y el politólogo del barrio nos recuerda la histórica y extraordinaria crónica que Manuel Vázquez Montalbán publicó en la revista "Triunfo", en 1969, en donde analizaba la dimensión política de ese grito a favor del Barça bajo la represión, un grito de euforia deportiva pero también un grito político, de libertad, cuando España aún malvivía bajo la dictadura franquista, y en Catalunya no se podía estudiar en catalán y estaba prohibido hablarlo en ningún lugar oficial del Estado. 

Por mucho que algunos, ahora, prefieran obviarlo, es decir, olvidarlo como si no hubiera ocurrido nada, como si nunca hubiera existido la represión anticatalana y, por extensión, anticatalanista. De aquellos polvos, estos lodos; de aquellos lodos, estos barros..., añade la hija de la bibliotecaria.

Sin embargo, antes, todo hay que decirlo, no teníamos tantos problemas con los inmigrantes, indica la dueña del bar.

Bien dicho, íbamos a una barraca o a casa de un pariente, y ya, por el hecho de trabajar en lo que fuera, éramos considerados de la ciudad, lo que después llamarían "els altres catalans", ironiza la nieta del anarquista.

No exageremos ni hagamos burla, que por lo menos entonces (a pesar de cierta falta de democracia que luego se ha vuelto libertinaje) teníamos asegurado un puesto fijo de trabajo y la estabilidad matrimonial, dice la cuñada del dentista. 

Y los fiscales no teníamos que ir de un lado a otro con los casos de corrupción, haciendo horas extras sin parar, como ahora, argumenta la fiscal del barrio.

Sí, todo era más tranquilo, como vivir en un cementerio, salta la sobrina de la peluquera.

En un cementerio vive el personaje de Los verdes campos del Edén, la primera obra de teatro de Antonio Gala, recuerda la librera del barrio.

Como vivir en un poema..., ah, y el Barça campeón, nueva edición del poema épico del Barça, aunque la palabra Qatar haga daño a la rima y la vista, comenta a destiempo el poeta romántico del barrio.

Por otra parte, una semana más de campaña electoral, dice la nieta del anarquista. Otra semana más (la última, menos mal) en que los candidatos políticos, sus asesores de imagen y sus intelectuales orgánicos discutirán si son galgos o podencos los corredores  de los otros partidos (no de fútbol, en este caso).

Mientras tanto, en otras tierras, en otro mar, la muerte atasca la puerta de las casas y de las embarcaciones. A la deriva, hacia ninguna parte, hacia la muerte... La vida sigue, y la muerte..., como un poema roto, añade un desconocido que dice ser también poeta.

No hagamos poesía, señores -comenta el politólogo del barrio- y digamos claramente que el gobierno español, el que hace tanta ostentación de la gran recuperación económica del país, ahora declara que no puede aceptar la tasa o cuota obligatoria de inmigrantes que le impone la Comisión Europea, argumentando que en España las cosas no van tan bien y que ya tenemos una tasa muy alta de inmigrantes (y de españoles) en paro. 

¡No sabíamos que hubiera paro en el circo, lo más económico sería no rescatar a nadie!, exclama el humorista.