Roser
Amills y Antonio Beneyto presentaron en la ACEC los dos primeros
números de la revista Canibaal, acompañados
por el equipo de redacción (Ximo Rochera, Aldo Alcota, Sergio Pinto,
Fran Amador) que explicaron el origen y los contenidos de la revista. Presidía la sala un desplegable del primer número, “Sexo y
Locura”, en el que se podía leer un fragmento del manifiesto de la
revista a favor de la “disciplina del asombro”: “Canibaal,
desea márgenes en movimiento, periferia no reprimida, danza de
la locura, creación como actitud vital. Escribir en la pirotecnia
de la letra”.
Canibaal,
publicación cuatrimestral, cuyo título rinde homenaje a la revista
dadaísta Cannibale creada por Francis Picabia, apuesta por
todas las formas experimentales y nuevas tendencias del arte y la
literatura, en una reivindicación radical de la otra mirada.
Sus señas de identidad: la imaginación, el arte y su doble, la literatura y su doble. Beneyto, en la presentación de la revista, ya había pronosticado la presencia surreal del 2, la naturaleza doble que flotaba en el ámbito de la sala, por arriba, por abajo y por las páginas de Canibaal (la mesa se movió un poco, como si algún espíritu convocado quisiera manifestarse, pero los asistentes al acto no miraron debajo de las sillas y Beneyto cedió la palabra a Roser Amills, advirtiendo que ella diría "el que li sortís de la figa", cosa que Amills cumplió por vía de metáfora).
Partidarios, pues, de la poética del asombro y la performance, de la acciones artísticas y literarias, subversivas, de los primeros dadaístas, patafísicos, surrealistas, de Carlos Edmundo de Ory y los postistas, de Dau al Set y Joan Ponç, Joan Brossa, Arnau Puig, Juan Eduardo Cirlot, de Jean-Jacques Lebel, de Fernando Arrabal y el grupo pánico, el propio Beneyto, Nazario y tantos otros alquimistas del arte y la palabra.
Sus señas de identidad: la imaginación, el arte y su doble, la literatura y su doble. Beneyto, en la presentación de la revista, ya había pronosticado la presencia surreal del 2, la naturaleza doble que flotaba en el ámbito de la sala, por arriba, por abajo y por las páginas de Canibaal (la mesa se movió un poco, como si algún espíritu convocado quisiera manifestarse, pero los asistentes al acto no miraron debajo de las sillas y Beneyto cedió la palabra a Roser Amills, advirtiendo que ella diría "el que li sortís de la figa", cosa que Amills cumplió por vía de metáfora).
Partidarios, pues, de la poética del asombro y la performance, de la acciones artísticas y literarias, subversivas, de los primeros dadaístas, patafísicos, surrealistas, de Carlos Edmundo de Ory y los postistas, de Dau al Set y Joan Ponç, Joan Brossa, Arnau Puig, Juan Eduardo Cirlot, de Jean-Jacques Lebel, de Fernando Arrabal y el grupo pánico, el propio Beneyto, Nazario y tantos otros alquimistas del arte y la palabra.
Joan Brosssa, "Lletres gimnastes"
Durante
el coloquio, al mencionarse que Canibaal
se publica en Valencia, Beneyto comentó que en la revista
alicantina Verbo, dirigida
por José Albi y Joan Fuster, se publicó en 1952 la Antología del surrealismo español.
Beneyto, "El conde de Lautréamont"
12 comentarios:
Felicitamos la aparición de Canibaal,
además de los contenidos, el sugenrente nombre de la revista "Canibaal" edecuadisímo en estos momentos que necesitamos de un cierto canibalismo eficaz, debemos comernos muchos guardias, algún poeta romántico y casi todos los gestores culturales. A la espera de la comilona reitero mi felicitación.
Francesc Cornadó
Valió la pena solo por las anécdotas que se escucharon de boca de Beneyto ¡¡¡¡
Salut
Emboscall Editorial
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Francesc Cornadó
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Manuela Bardón
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Iris Parra Jounou
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Isofra Sapin Cantona
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Luis Nadal
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Joan Ponç, gran pintor espiritualista y surrealista. Conocerlo me impactó.
Beneyto, gran pintor postista.
Conocerlo me impactó.
"Canibaal", un revista que le hubiera gustado a Ubú rey.
Elogio de la locura, ya lo decía Erasmo. Todos los artistas y poetas, en alguna etapa de su vida, han perdido algún tornillo estético...
No se si tomarme como insulto o afrenta el comentario del formalista.
Un elogio, querido, un elogio..., ¿que no leen bien tus bellos y cándidos ojos?
Gracias, pues, te sean dadas y te invito a cerveza y calamares a la romana en el Vivancos que ya no existe, en la Plaza Real, de Barcelona.
Tacaño sois, pardiez,
ya que invitáis a bodegón
que ya no existe.
Mas al lado del ausente,
está el presente,
digo el Canarias, cervecería que aún existe,
aunque decadente.
Sea, pues, allí nos vemos,
con padrinos o padrinas,
y sendas espadas (de cerveza) tomemos
con Baudelaire y Rimbaud, Lautréamont, Jarry y Picabia,
Dalí, Miró, Ponç, Beneyto,
Erik Satie y el divino marqués.
Que once son,
como el Barça y la Roja derrotada.
Acaba de salir un monográfico muy interesante de la revista "Quimera" sobre Alfred Jarry, con trabajos de Ginés S. Cutillas, Raúl Herreo, Jaime D. Parra, Lidia Morales Benito, entre otros.
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